Los asentamientos prehistóricos y romanos de la ciudad se localizan en las zonas elevadas y estratégicas que dominan el vado del Tormes (Cerro de San Vicente y el de las catedrales), lo que dio lugar a la construcción del puente romano para el paso de la calzada que comunicaba Mérida con Astorga. Durante más de 1800 años este ha sido el único puente que existió sobre el río, motivando que todas las vías de comunicación con la margen izquierda (del Sur) del mismo se concentraran antes de cruzar en lo que es el Arrabal del puente: camino de Ciudad Rodrigo, Cañada Real Extremeña, Calzada Real o Vía de la Plata; Cordel de Miranda, Vereda de Alba y Camino de Santa Marta.
