retablo de la piedad, SALAMANCA

En la Catedral. En la Capilla de la Piedad.

El retablo es de un único cuerpo ocupado por una gran hornacina en la que se asienta la Piedad. En los extremos dos grandes columnas corintias con retropilastras del mismo estilo, sobre altos plintos proyectados en arquitectura oblicua, sustentan un frontón triangular donde se ha colocado una escultura de Dios Padre y dos ángeles pasionarios en los riñones, a plomo sobre las columnas.

Bellísima talla barroca de la Piedad (de Luis Salvador Carmona datada en 1760), muestra al Verbo encarnado exánime, en brazos de la que le dio carne.

En el ático del retablo, coronando el frontón, permite contemplar la imagen del Dios Padre entre nubes.

Los atributos que porta el Padre eterno son de sobra conocidos: un cetro que acuna en el regazo, el resplandor triangular y la mano derecha
en postura de impartir la bendición. La cabeza levemente inclinada hacia abajo, y la posición general del cuerpo, denuncia la concepción primigenia de su factura para ser contemplada desde un punto de vista inferior a ella y muy inclinado. Es decir, el espectador debe percibir en primer lugar las plantas de los pies y, a partir de ellas, construir el resto del cuerpo. La pierna izquierda, lanzada al vacío y la derecha en suave reposo, buscando el apoyo en parte, confieren a la imagen una inestabilidad mayestática que la hace enseñorearse sobre el fondo de nubes.
(30 de Mayo de 2023)