Esta pintura de
San Agustín es obra de la
escuela de P. Rubens, sin fecha.
Es la obra no italiana entre las que se acoge la
iglesia. Representa a San Agustín junto al niño que pretendía meter en un hoyo de la
playa toda el
agua del
mar. La escena recuerda que así de imposible es para el hombre comprender el misterio de Dios.