EL MANIFIESTO DE LA CONCORDIA. (a Adrián, como siempre, con afecto)
Querido amigo, colega y paisano: Desvelado el secreto de la trilogía por orden de aparición en escena --"Soso", "Yo no me llamo Gardel", "Adrián"-- es una travesura que merece un cariñoso tirón de orejas o un aplauso. Lo tuyo era o ha sido, como el misterio de la Santísima Trinidad (perdón por la irreverencia), más bien quería decir como el milagro del "Tres en Uno", capaz de suavizar casi todo. Sea como fuere, en su día ya te dije adquéllo de: "tú no te llamarás Gardel, pero sabes interpretar tangos". La metáfora me la facilitó tu propio pseudónimo, que obviamente estaba referida al argentino Carlos Gardel, el rey de la modalidad de dicho arte músical.
Bien recuerdo yo (y todos los "foreros" también), que en la primera etapa de tu intervención "foral", e imprevista irrupción como "Soso", que fuiste objeto de algunas "tarascadas", como también lo hemos sido otros otros adjudicándosenos pomposos títulos de "el pedante", "el ilustrao", y otros, pero no como distinción honrosa sino como el "alias" que se adjudica a cualquier delincuente, es decir, como sinónimo de "lastre" y no de "lustre". ¡Qué le vamos a hacer!.
Mis suposiciones, volviendo a tus intervenciones de entonces, no iban descaminadas, y así, creo que quedaron un tanto recogidas en aquellos "ripios poéticos" que siguen teniendo actualidad (mensaje de fecha 7 de mayo de 2008), y que, por ello, hoy te repito aquello de "A SOSO CON AFECTO", que decía así:
"Hombre de relato fogoso/, al que le sobra la sal/, no me explico yo el pseudónimo/, que a "SOSO" cuadra tan mal/, pues en este berenjenal/, que más bien se caza poco/ aquí no hay ningún Soso, al que se pueda cazar.
Este foro es lugar/ más bien menesteroso/, y fuiste tú quien brioso/ llegaste a revolucionar/, llenando a rebosar/ con comentarios jocosos/, lo que antes era soso/ y precisaba de más sal.
Más no te pareza mal/, que te diga sin enojo/, ¡hay que ser más generoso!/, y con aceite engrasar/, al molino que muele poco/, y que en Zorita no vean mal/, ni en Palacios tampoco/, que en molinos y en lo otro/, Poveda era y es mucho más.
Ya ves si el Caño es viejo/ que hasta lástima nos da,/ y si el molino está muerto,/ desde muchos años ha,/ nunca has de decir que sea cierto,/ pues si a tu pueblo has de ensalzar/, ensálzalo en sus monumentos/ sean caños, molinos o huertos/ que otros han de envidiar.
"SALUTEM PLURIMAN".
Querido amigo, colega y paisano: Desvelado el secreto de la trilogía por orden de aparición en escena --"Soso", "Yo no me llamo Gardel", "Adrián"-- es una travesura que merece un cariñoso tirón de orejas o un aplauso. Lo tuyo era o ha sido, como el misterio de la Santísima Trinidad (perdón por la irreverencia), más bien quería decir como el milagro del "Tres en Uno", capaz de suavizar casi todo. Sea como fuere, en su día ya te dije adquéllo de: "tú no te llamarás Gardel, pero sabes interpretar tangos". La metáfora me la facilitó tu propio pseudónimo, que obviamente estaba referida al argentino Carlos Gardel, el rey de la modalidad de dicho arte músical.
Bien recuerdo yo (y todos los "foreros" también), que en la primera etapa de tu intervención "foral", e imprevista irrupción como "Soso", que fuiste objeto de algunas "tarascadas", como también lo hemos sido otros otros adjudicándosenos pomposos títulos de "el pedante", "el ilustrao", y otros, pero no como distinción honrosa sino como el "alias" que se adjudica a cualquier delincuente, es decir, como sinónimo de "lastre" y no de "lustre". ¡Qué le vamos a hacer!.
Mis suposiciones, volviendo a tus intervenciones de entonces, no iban descaminadas, y así, creo que quedaron un tanto recogidas en aquellos "ripios poéticos" que siguen teniendo actualidad (mensaje de fecha 7 de mayo de 2008), y que, por ello, hoy te repito aquello de "A SOSO CON AFECTO", que decía así:
"Hombre de relato fogoso/, al que le sobra la sal/, no me explico yo el pseudónimo/, que a "SOSO" cuadra tan mal/, pues en este berenjenal/, que más bien se caza poco/ aquí no hay ningún Soso, al que se pueda cazar.
Este foro es lugar/ más bien menesteroso/, y fuiste tú quien brioso/ llegaste a revolucionar/, llenando a rebosar/ con comentarios jocosos/, lo que antes era soso/ y precisaba de más sal.
Más no te pareza mal/, que te diga sin enojo/, ¡hay que ser más generoso!/, y con aceite engrasar/, al molino que muele poco/, y que en Zorita no vean mal/, ni en Palacios tampoco/, que en molinos y en lo otro/, Poveda era y es mucho más.
Ya ves si el Caño es viejo/ que hasta lástima nos da,/ y si el molino está muerto,/ desde muchos años ha,/ nunca has de decir que sea cierto,/ pues si a tu pueblo has de ensalzar/, ensálzalo en sus monumentos/ sean caños, molinos o huertos/ que otros han de envidiar.
"SALUTEM PLURIMAN".