EN CORTO Y POR DERECHO. Yo creía que los habitantes de un pueblo a través de sus representantes eran los únicos responsables del mantenimiento de los servicios colectivos de la localidad y demás inmuebles o enseres de titularidad pública, respecto de los cuales tienen la facultad en exclusiva de disponer según necesidad o conveniencia. Al parecer, yo estaba equivocado. Según dictamen del improvisado portavoz en este foro, defensor a ultranza de la institución municipal según manifiesta y asimismo también de cuanto afecte al buen nombre del "povedanismo", tal responsabilidad recae en el primer foráneo que se le ocurra comentar la desidia en que se encuentra uno de estos monumentos, por cuya osadía deberá costear su reparación o adecentamiento. Estando yo presenciando en un teatro de Madrid años ha, la obra humorística titulada "La Venganza de Don Mendo", a alguien en el transcurso de la misma le estaba proporcionando tal cantidad de risa que no pudo contenerse, y en medio de la Sala de butacas, a viva voz, gritó: "Don Mendo, que me mondo". No sé por que se me ha venido ahora a la memoria esta anécdota al reflexionar sobre el "contencioso" del dichoso caño. No obstante, amigo "povedano", esta vez no quisiera decepcionarte, y como tú eres hombre influyente según referencias (cuando menos, de "medio alguacil"), utiliza tu "lobby" ante las instancias que procedan para que, removiendo las mismas, presentes un proyecto debidamente aprobado por el Ayuntamiento previa información pública, destinado a adecentar el viejo caño, que yo constribuiré gustosamente en la medidaa de mis posibilidades, como un ciudadano más e hijo de Poveda a mucha honra, a que el proyecto fructifique. Lo digo públicamente a los efectos oportunos. ¡Ah!, decirte también que para escribir esto no he acudido a mi "negro". Me valgo yo solito y por eso me responsabilizo, (perdón por el "pareado"). Te saluda.