DE LA JUVENTUD Y OTRAS CUESTIONES: La ilusión, la habilidad y la fuerza que denotan los que integran la "piñata" que aparecen en esta foto de krmn, bien merece la ilustración de este mensaje. Salvado el "introito", digo: El pasado día 7 de septiembre actual, con el título " ¿FUERON MEJORES O MÁS FELICES OTROS TIEMPOS POVEDANOS?", decía yo lo siguiente:
"Resulta arriesgado, en todo caso, opinar si lo fueron o no (los tiempos a que me refiero), ya que, cabe suponer que siempre encontraremos tirios o troyanos partidiarios de que los que ya pasaron, por definición, son irrepetibles en lo que tuvieron de felices para unos, mientras que, para otros, tan tirios o troyanos como los anteriores, creen tener también razones suficientes para opinar lo contrario, es decir, que los tiempos actuales son infinitamente mejores en todos los sentidos. Como cuestión previa no exenta de polémica, por supuesto, parece ser que, tanto en uno como en otro caso, la felicidad lleva suerte pareja con la de determinada época relacionada con la edad, de tal forma que, los tiempos verdaderamente felices vienen a coincidir en esencia con la de mayor vigor físico, psíquico y mental, y es también en esta edad en la que aparecen en forma pletórica todas o casi todas las ilusiones de carácter sentimental e intelectual, dejando en el espítitu de cada cual esa huella indeleble que jamás se borrará en el posterior recuerdo del devenir de los años.
Dicho lo cual, podríamos llegar a la conclusión de que, entonces, lo que cabría comparar son las etapas de la juventud y madurez de cada época con criterio objetivo, y por tanto, ya nos gustaría conocer y sopesar los criterios de otros, jóvenes o maduros, para contrastar opiniones, a cuyo fin, esta página pública es ocasión pintiparada".
Viene a cuento actualizar este mensaje en función de la réplica adecuada que merece el de "GATO", (que más bien creo sea "GATA"), de hace sólo dos días, en el que, con la "exquisitez" que la caracteriza, tacha de pesado, repetitivo, antigüo de los años "30" (yo no había nacido aún), y alguna que otra descalificación más, dirigida al que suscribe. Bien, pues si lees con detenimiento, aunque sólo sean las tres últimas líneas de mi intervención de ese día (7-9-2008), te darás cuenta hasta qué punto careces de razón para decir lo que dices. Pero sobre todo, ¿por qué en base a la invitación que en mi mensaje aparece, o de lo que lamentas en el tuyo, no te aplicas tu propio consejo y aquí te explayas, o provocas que lo hagamos otros, sobre esa juventud a la que supongo perteneces rompiendo el silencio sobre la misma que tanto te preocupa?. Y otro tanto podría decirte con cualesquiera otra circunstancia que tenga relación con la más rabiosa actualidad en todos los sentidos. Por mi parte, acepto el reto gustosamente. A fin de cuentas, nadie como la juventud para hablar con más propiedad de sí misma y de lo que le afecta. Recibe un cordial saludo de EFE.
"Resulta arriesgado, en todo caso, opinar si lo fueron o no (los tiempos a que me refiero), ya que, cabe suponer que siempre encontraremos tirios o troyanos partidiarios de que los que ya pasaron, por definición, son irrepetibles en lo que tuvieron de felices para unos, mientras que, para otros, tan tirios o troyanos como los anteriores, creen tener también razones suficientes para opinar lo contrario, es decir, que los tiempos actuales son infinitamente mejores en todos los sentidos. Como cuestión previa no exenta de polémica, por supuesto, parece ser que, tanto en uno como en otro caso, la felicidad lleva suerte pareja con la de determinada época relacionada con la edad, de tal forma que, los tiempos verdaderamente felices vienen a coincidir en esencia con la de mayor vigor físico, psíquico y mental, y es también en esta edad en la que aparecen en forma pletórica todas o casi todas las ilusiones de carácter sentimental e intelectual, dejando en el espítitu de cada cual esa huella indeleble que jamás se borrará en el posterior recuerdo del devenir de los años.
Dicho lo cual, podríamos llegar a la conclusión de que, entonces, lo que cabría comparar son las etapas de la juventud y madurez de cada época con criterio objetivo, y por tanto, ya nos gustaría conocer y sopesar los criterios de otros, jóvenes o maduros, para contrastar opiniones, a cuyo fin, esta página pública es ocasión pintiparada".
Viene a cuento actualizar este mensaje en función de la réplica adecuada que merece el de "GATO", (que más bien creo sea "GATA"), de hace sólo dos días, en el que, con la "exquisitez" que la caracteriza, tacha de pesado, repetitivo, antigüo de los años "30" (yo no había nacido aún), y alguna que otra descalificación más, dirigida al que suscribe. Bien, pues si lees con detenimiento, aunque sólo sean las tres últimas líneas de mi intervención de ese día (7-9-2008), te darás cuenta hasta qué punto careces de razón para decir lo que dices. Pero sobre todo, ¿por qué en base a la invitación que en mi mensaje aparece, o de lo que lamentas en el tuyo, no te aplicas tu propio consejo y aquí te explayas, o provocas que lo hagamos otros, sobre esa juventud a la que supongo perteneces rompiendo el silencio sobre la misma que tanto te preocupa?. Y otro tanto podría decirte con cualesquiera otra circunstancia que tenga relación con la más rabiosa actualidad en todos los sentidos. Por mi parte, acepto el reto gustosamente. A fin de cuentas, nadie como la juventud para hablar con más propiedad de sí misma y de lo que le afecta. Recibe un cordial saludo de EFE.
