... Y en estas Escuelas de niños y niñas de Poveda de las Cintas yo compartí las primeras letras en el único aula que había para todos los nacidos entonces cuya edad estaba comprendida entre los seis años a la entrada, y la de los catorce a la salida. Poveda tuvo un Maestro excepcional que marcó toda una etapa en su labor pedagógica. Se llamaba D. José Tapia Riguero. Las generaciones que pasaron por su mano, aún lo reconocen y lo distinguen por su eficacia y su entrega en la enseñanza.