Ya se, es Adrian. Primo carnal. Vive a Poveda?
Hola Mari-Cristi, si, has acertado.
Quiero hacerte notar, y sin ánimo de presumir, que a pesar de la edad, tal y como puedes ver en la fotografía, sigo siendo uno de los mozos más altos del pueblo. Estoy con Wenceslao Sierra y Facundo Paz, dos amigos de Poveda.
Hace poco tiempo hablábamos en este foro de tu padre y el mio, que hermanos fueron, para contar la relación de los hijos que tuvieron los abuelos Adrián y Luisa, y algo antes, comentábamos también los que fueron los hermanos del abuelo Adrián, y otras particularidades de la familia.
Fíjate que incluso, se ha llegado a contar en este sitio, que la abuela Luisa crió durante muchos años conejos voladores en una cueva o bodega que tenía, y los encontró cada mañana de su vida lo mismo que se pueden ver hoy las golondrinas en los cordones de la luz, alineados en el corral en las cuerdas de tender la ropa, sin mayor sorpresa por parte de la abuela que el comentario que hacía cada día: mia tu el demonio, ande san ido a encaramar estos endinos. Cosas de no creerse lo que se cuenta en este foro.
Tengo muy buenos recuerdos de nuestros paseos por Paris, me gustó y por eso he vuelto alguna vez más, pero no tenía tu teléfono para contactar contigo. Tú supongo que estás allí, y bien que haces, es hermoso Paris.
Saluda a la familia de mi parte y un beso para ti.
Quiero hacerte notar, y sin ánimo de presumir, que a pesar de la edad, tal y como puedes ver en la fotografía, sigo siendo uno de los mozos más altos del pueblo. Estoy con Wenceslao Sierra y Facundo Paz, dos amigos de Poveda.
Hace poco tiempo hablábamos en este foro de tu padre y el mio, que hermanos fueron, para contar la relación de los hijos que tuvieron los abuelos Adrián y Luisa, y algo antes, comentábamos también los que fueron los hermanos del abuelo Adrián, y otras particularidades de la familia.
Fíjate que incluso, se ha llegado a contar en este sitio, que la abuela Luisa crió durante muchos años conejos voladores en una cueva o bodega que tenía, y los encontró cada mañana de su vida lo mismo que se pueden ver hoy las golondrinas en los cordones de la luz, alineados en el corral en las cuerdas de tender la ropa, sin mayor sorpresa por parte de la abuela que el comentario que hacía cada día: mia tu el demonio, ande san ido a encaramar estos endinos. Cosas de no creerse lo que se cuenta en este foro.
Tengo muy buenos recuerdos de nuestros paseos por Paris, me gustó y por eso he vuelto alguna vez más, pero no tenía tu teléfono para contactar contigo. Tú supongo que estás allí, y bien que haces, es hermoso Paris.
Saluda a la familia de mi parte y un beso para ti.