Era la más frondosa de las del pueblo a mi modo de ver, y la que, decorativamente por su situación, presidía la entrada a la casa del actual último habitante de la misma llamado Leovigildo, más conocido en el pueblo por "Gilín", personaje popular hoy ya octogenario como ocupante único de la vieja mansión, que en su día, fue casa de sus padres, Manuel y Angelita, compartida en su tiempo con sus hijos, además de Leovigildo, Manuel, Capitolina, Juana, Angelines y Perfecta. La referida vivienda se corresponde con la singularidad de que fuera posada única en el pueblo allá por la década de los años cuarenta y siguientes, y además, que por el lugar donde se encuentra ubicada, según anotaciones históricas ó documentales, dicho lugar constituye el núcleo inicial del caserío que dio lugar después a lo que sería la entidad de población de Poveda de las Cintas. Volviendo a lo de Gilín, en la posada de su padred, el Sr. Manolo Pajón, que así le denominaba todo el pueblo, también se vendía vino tinto a granel, y sobre todo, por estar dotada esta casa de grandes corrales y cuadras, era lugar ideal para acoger como clientes en calidad de huéspedes a los arrieros que con sus carros y caballerías de arrastre se dedicaban a la venta y compra ambulantes, particularmente a aquéllos que con sus carros y recuas de mulas, desde la sierra de Béjar y aledaños venían cargados de castañas que intercambiaban por cereales de los cosechados en nuestro pueblo. Un poco de modesta historia local, creo que no sobra. Saludos.