POVEDA DE LAS CINTAS: El día que acabemos la remolacha,...

Hoy tocaba hablar de otra cosa, de las elecciones por ejemplo, pero he estado echàndole un vistazo al album de Gardel y e podido recordar los siete arboles que habia en el casco urbano de Poveda en la decàda de los cuarenta, eran tres acacias, una en la plaza a la puerta del Sr Luis garcia otra en el rincòn de la puerta del Sr Manolo Pajòn,èsta viene en una foto y la tercera subiendo al alto de la Iglesia a la derecha. Otros tres eran higueras o brevales dos en los atrases del cementerio viejo que a su vez tenia alli la bodega el Sr Arturo Lòpez y la tercera era de mis abuelos paternos anexo al corral de concejo. Por ùltimo el tantas veces recordado el arbol de las navajas. Sìnbolo y seña del pueblo. Y que conste amigo Anselmo era un roble no un algarrobo, el fruto del roble son las ballotas, incomestibles muy àsperas, pero bellotas.

De las elecciones ya hablaremos otro dia ya veo que èsta vez las ganaron los socialistas, enhorabuena para ellos, haber si alguien nos informa alos no residentes quienes forman la corporaciòn y porsupuesto su Alcalde.... Ala espera quedamos. Un saludu amplio. Lupi

El día que acabemos la remolacha,
haremos un guateque pa' las muchachas...

Lo cierto es que hoy en día, somos más un pueblo de remolacha que de árboles, y aunque fueron cientos, sino miles, los árboles que adornaban la geografía de este pequeño pueblo nuestro hace solamente unas décadas, nos quedan por árboles unos pocos de chopos, y el mayo, cuando le ponen.
Pues..., dices tú que tal.
No me creas, pero me parece recordar en lo que fue en la plaza el rincón de Emiliano y Luisa entonces, haber visto de niño chico alguna acacia más que te pasaron por alto en tu recuento de los árboles en el término municipal allá por los años 40.
No contaremos en esta ocasión dos brevales que tenía Artemio (aún existen), uno en el corral de su casa, y otro en una casilla que tenía al lado de donde metía Ulpiano el macho, en lo que es la calle del tío Justo, que va desde la que ahora llaman Calle los Charros (reminiscencias de un alcalde comunista que tuvimos, pa' que luego digan “algunos” que nunca ha tenido Poveda alcaldes de izquierdas), hasta el mismo alto de la iglesia. Y digo que no contaremos estas dos higueras porque al estar en los corrales, supongo que tú de aquella serías muy pequeño y no podrías verlas tal y como las vi yo de mozo por encima de los tejados dada mi considerable altura.
No parecen ponerse de acuerdo los que por edad podrían acordarse de la especie a la que pertenecía el árbol de las navajas, aunque la mayoría coincide en que el árbol producía una especie de vaina similar a la hoja de una navaja, razón por la que creo Lupi, que tendríamos que descartar la posibilidad de que el árbol de las navajas fuera un roble, me parece que los robles no producen vainas.
Tampoco podemos tomar muy en serio lo que dice Anselmo, y suponer que fuese un algarrobo el árbol de las navajas, incluso, afirma Anselmo, de haber sido cazador ahora y siempre, pero lo cierto es que tras miles y miles de tiros, solamente en dos ocasiones ha acertado en el disparo al perro, y nunca a la liebre, nunca, ¡jamás de los jamases! he oído decir a nadie que Anselmo haya cazado una liebre, cuanto más una perdiz, que aunque de generoso tamaño por estas tierras nuestras, son de tiro más complejo y considerablemente más pequeñas que las liebres. No pudo Numeriano hacer vida de él y enseñarle a disparar en condiciones. Yo me inclinaría más por creer que fuese una acacia, creo que no he visto nunca en Poveda ni algarrobos ni robles en todo el término.
Otro día te cuento lo del alcalde que tenemos ahora, que se está haciendo ya largo hoy. Solamente adelantarte que hemos cambiado políticamente de color, nos regenta el PSOE y el nombre del alcalde, perdón, del señor alcalde, es Vicente Rodero Hernández, un nieto de la Lorenza y Rufino, el duque, creo.

La remolacha chunda chunda,
la remolacha chunda chun,
la remolacha chunda chunda,
la remolacha chunda chun.
El día que acabemos la remolacha,
haremos un guateque pa' las muchachas...