2ª parte:
Hoy toca la última: "LOS SUELOS", prima hermana de la anterior, es decir, de "LAS PREFERENTES". Ambas tienen en común su procedencia y sus efectos, cual es el de la "mordida" a dentelladas por los mismos lobos: Bancos y Cajas de Ahorros.
Aún cuando la primera, es decir, la de las "Preferentes", acaban de descubrirse y al salir a la luz ha podido demostrarse que su número y el daño inferido ha sido a miles de incautos, los "Suelos", en cuanto a número de afectados y cuantías, probablemente las deja en pañales toda vez que éstos lo son por decenas de miles, concretamente se están aplicando a todos los créditos hipotecarios existentes mediante la supina fórmula mágica del "euribor", procedimiento que, bajo la apariencia de que el interés consignado en cada hipoteca se ajusta rigurosamente al índice del coste de la vida en consonancia con el mantenimiento inicial pactado, independientemente de lo marcado por las autoridades monetarias cada año, y por consiguiente, ser el portador más exacto de la legalidad contractual en todo tipo de transacciones, tal consideración queda reducida en el tiempo al año en que se firma el contrato, pero a partir de ahí, si en el siguiente sube, además de mantenerse el interés pactado, al hipotecado le sube en la misma medida y el hipotecante se lucra en la misma proporción. Hasta aquí, la cuestión "aparece" como lo más nomal y justo ya que en la escritura se ha hecho constar así. No obstante...,
¿Pero qué sucede cuando el "euribor" baja como por ejemplo viene sucediendo desde ya algunos años nada menos que en uno, dos ó tres puntos?, pues que en virtud de la cláusula adicional que todos los Bancos y Cajas de Ahorro se han cuidadado muy mucho de consignar documentalmente a continuación de la cita del euribor, circunstancia que para el Banco ó Caja es sagrada, el sufrido prestatario habrá de "apencar" con rabia contenida el abuso de la cláusula para subir, pero no para bajar, detalle que seguramente le pasó desapercibido al firmar el contrato que le obliga.
Sin duda alguna se trata de un abuso de derecho encubierto en perjuicio de la práctica totalidad de los hipotecados, los cuales, ciertamente de haberlo sabido lo habrían rechazado o al menos haber quedado suficientemente informados ya que se trata de la aplicación de la Ley del Embudo. Solamente así puede explicarse el que los altos directivos bancarios se jubilen con cantidades que multiplican por veinte hasta la de los Presidentes de los Gobiernos, que ya es decir. Como en mi pueblo doy por descontado que habrá a quienes les afecte, pueden acudir sin remilgos al Juzgado con el contrato para reclamar hasta el último céntimo la diferencia entre lo que se les ha venido cobrando por intereses a cause del "suelo" impuesto, y lo que verdaderamente les hubiera beneficiado de habérseles aplicado las correcciones a la baja del euribor desde el primer día en que éste tuvo lugar. Ya han salido varias sentencias reconociendo este derecho.
Hoy toca la última: "LOS SUELOS", prima hermana de la anterior, es decir, de "LAS PREFERENTES". Ambas tienen en común su procedencia y sus efectos, cual es el de la "mordida" a dentelladas por los mismos lobos: Bancos y Cajas de Ahorros.
Aún cuando la primera, es decir, la de las "Preferentes", acaban de descubrirse y al salir a la luz ha podido demostrarse que su número y el daño inferido ha sido a miles de incautos, los "Suelos", en cuanto a número de afectados y cuantías, probablemente las deja en pañales toda vez que éstos lo son por decenas de miles, concretamente se están aplicando a todos los créditos hipotecarios existentes mediante la supina fórmula mágica del "euribor", procedimiento que, bajo la apariencia de que el interés consignado en cada hipoteca se ajusta rigurosamente al índice del coste de la vida en consonancia con el mantenimiento inicial pactado, independientemente de lo marcado por las autoridades monetarias cada año, y por consiguiente, ser el portador más exacto de la legalidad contractual en todo tipo de transacciones, tal consideración queda reducida en el tiempo al año en que se firma el contrato, pero a partir de ahí, si en el siguiente sube, además de mantenerse el interés pactado, al hipotecado le sube en la misma medida y el hipotecante se lucra en la misma proporción. Hasta aquí, la cuestión "aparece" como lo más nomal y justo ya que en la escritura se ha hecho constar así. No obstante...,
¿Pero qué sucede cuando el "euribor" baja como por ejemplo viene sucediendo desde ya algunos años nada menos que en uno, dos ó tres puntos?, pues que en virtud de la cláusula adicional que todos los Bancos y Cajas de Ahorro se han cuidadado muy mucho de consignar documentalmente a continuación de la cita del euribor, circunstancia que para el Banco ó Caja es sagrada, el sufrido prestatario habrá de "apencar" con rabia contenida el abuso de la cláusula para subir, pero no para bajar, detalle que seguramente le pasó desapercibido al firmar el contrato que le obliga.
Sin duda alguna se trata de un abuso de derecho encubierto en perjuicio de la práctica totalidad de los hipotecados, los cuales, ciertamente de haberlo sabido lo habrían rechazado o al menos haber quedado suficientemente informados ya que se trata de la aplicación de la Ley del Embudo. Solamente así puede explicarse el que los altos directivos bancarios se jubilen con cantidades que multiplican por veinte hasta la de los Presidentes de los Gobiernos, que ya es decir. Como en mi pueblo doy por descontado que habrá a quienes les afecte, pueden acudir sin remilgos al Juzgado con el contrato para reclamar hasta el último céntimo la diferencia entre lo que se les ha venido cobrando por intereses a cause del "suelo" impuesto, y lo que verdaderamente les hubiera beneficiado de habérseles aplicado las correcciones a la baja del euribor desde el primer día en que éste tuvo lugar. Ya han salido varias sentencias reconociendo este derecho.