OFERTA LUZ: 5 Cts/kWh

POVEDA DE LAS CINTAS: OTRA ANÉCDOTA DE POVEDANISMO INDIVIDUAL.- Un día del...

OTRA ANÉCDOTA DE POVEDANISMO INDIVIDUAL.- Un día del mes de febrero, fiesta de la Virgen de las Candelas en Palacios Rubios, aunque no puedo precisar si en el conjunto de mozos povedanos que se desplazaron aquella noche hasta dicho pueblo, lo fue a pie o en la camioneta de Manolo el Molinero, pero lo cierto es que iba uno en el grupo que después diré quien era y por qué se le cita aquí con distinción. En la taberna del Sr. Ricardo de dicho pueblo, se concentraron en la misma jóvenes de otras localidades de la comarca, y por lo que fuere, surgió una conversación o discusión deportiva entre ellos en el sentido de quién era el más fuerte de los que allí se encontraban. La única forma de dirimirlo en aquel lugar era mediante el procedimiento de "tiro al palo", prueba popular consistente en aquél entonces en que, sentados dos contendientes en el suelo, una frente a la otra haciendo tope mutuo entre ambos con los pies, en esta posición habrían de tirar de un palo de madera interpuesto entre los contendientes, uno frente al otro, cada uno hacia sí hasta lograr vencer al adversario. Naturalmente, el que tuviera más poderío físico levantaba al otro contendiente del suelo, o bien le obligasba a soltar el palo. Aquella prueba tenía su "aquél" de amor propio por cuanto, todo el que se decidía a admitir el reto era porque se consideraba merecedor al título de más fuerte. Aquella noche de "Las Candelas", en la taberna del Sr. Ricardo de Palacios Rubios, hubo un povedano que levantó del suelo a cuántos forasteros aceptaron el reto. Y no fueron dos o tres, sino algunos más. Ese povedano, orgullo de poderío físico y de pundonor para nuestro pueblo, además de ser una excelente persona, era y es, LEANDRO MARTÍN MUÑOZ. Que sepa que aún le recordamos con afecto. Aquella noche se habó con admiración de un povedano. Leandro hizo "povedanismo".