Se nos ha ido, de entre ellos, Luis. En viaje de ida sin regreso. En silencio. De puntillas. Como quien no quiere molestar en su último trayecto ni a los gorriones que en sus vuelos cruzan los aledaños de su casa. La sobriedad de Luis en todos los actos de su vida han sido santo y seña que caracteriza la seriedad y el rigor de la saga de los "Mingos". Descansa en paz, Luis.