Con el permiso de nuestro Presidente, monsieur PINXO.
Hago un inciso en nuestra incipiente agrupación cooperativista porque entiendo que, a pesar de haberse iniciado como producto de algo simpático, festivo y además llevado con cierta chispa humorística y ganas de divertirse sin molestar al prójimo, es evidente que, entre otras cuestiones, habeis/hemos conseguido sin proponérnoslo, un agradable ambiente povedano cuya finalidad no es otra que la de hacernos la vida más llevadera, distinta a la de tener que soportar los mordiscos de la crisis, los de la indiferencia, los de la abulia, o aquellos otros como son los de aquí no vale la pena molestarse por nada.
Dicho lo que precede y dejando a un lado lo que tenga de jocosidad algo tan de sainete como lo de los "macarios" y las "jacintas", yo les diría a PINXO y a JOM que, si en lugar de utilizar la imaginación para conseguir con cierta coña edulcorada y sonriente (en la que yo también he participado) que casi siempre será bien recibida, por supuesto, lo hubiera sido para que el ficticio cooperativismo avícola de nuestro relato hubiera sido dirigido hacia una empresa de verdad, por supuesto compatible con las posibilidades de mercado, de medios a utilizar, etc. etc., es decir, una entidad seria y susceptible de llevarse a la práctica como algo posible que aglutinara voluntades y deseos de los que quieren superarse destinando a tal empeño lo mejor que cada cual lleva consigo para alcanzar algo útil en beneficio de todos, y en primer lugar, de los que ponen trabajo, voluntad y muchas ganas en el proyecto, éste sería perfectamente compatible, por otra parte, con las particularidades que concurren en la comarca povedana. ¡Y el paro,... quizá se pararía!. ¡Y la sensación de apatía e indolencia, también!.
Alguien dirá: "este tío nos habla de utopías". Puede que si. Pero como yo dispongo del permiso de mi Jefe Pinxo y del Subjefe JOM para poder expresarme, me permito ciertas licencias como buen Conserje-Cacique. Más..., ¡no te rías tanto, querido lector!, que a lo peor algo hay de cierto en esta rocambolesca historia pues ejemplos existen en otras comarcas con menos posibilidades que la nuestra, las cuales nos avergonzarían. Solamente una frase con pregunta: Si el cultivo de la tierra en la totalidad del término municpal povedano, bien organizado mediante las oportunas acciones representativas del capital aportado por cada cual, ¿no se consumiría la mitad de la mitad del combustible empleado, y por tanto, el del costo de la producción?. El personal no ocupado..., ¡al cooperativismo o a otra actividad productiva cualquiera, incluída, llegado el caso..., la de producir "macarios" y "jacintas" para el consumo. Amén.
Saludos cooperativistas y hasta pronto, amigos/as.
Hago un inciso en nuestra incipiente agrupación cooperativista porque entiendo que, a pesar de haberse iniciado como producto de algo simpático, festivo y además llevado con cierta chispa humorística y ganas de divertirse sin molestar al prójimo, es evidente que, entre otras cuestiones, habeis/hemos conseguido sin proponérnoslo, un agradable ambiente povedano cuya finalidad no es otra que la de hacernos la vida más llevadera, distinta a la de tener que soportar los mordiscos de la crisis, los de la indiferencia, los de la abulia, o aquellos otros como son los de aquí no vale la pena molestarse por nada.
Dicho lo que precede y dejando a un lado lo que tenga de jocosidad algo tan de sainete como lo de los "macarios" y las "jacintas", yo les diría a PINXO y a JOM que, si en lugar de utilizar la imaginación para conseguir con cierta coña edulcorada y sonriente (en la que yo también he participado) que casi siempre será bien recibida, por supuesto, lo hubiera sido para que el ficticio cooperativismo avícola de nuestro relato hubiera sido dirigido hacia una empresa de verdad, por supuesto compatible con las posibilidades de mercado, de medios a utilizar, etc. etc., es decir, una entidad seria y susceptible de llevarse a la práctica como algo posible que aglutinara voluntades y deseos de los que quieren superarse destinando a tal empeño lo mejor que cada cual lleva consigo para alcanzar algo útil en beneficio de todos, y en primer lugar, de los que ponen trabajo, voluntad y muchas ganas en el proyecto, éste sería perfectamente compatible, por otra parte, con las particularidades que concurren en la comarca povedana. ¡Y el paro,... quizá se pararía!. ¡Y la sensación de apatía e indolencia, también!.
Alguien dirá: "este tío nos habla de utopías". Puede que si. Pero como yo dispongo del permiso de mi Jefe Pinxo y del Subjefe JOM para poder expresarme, me permito ciertas licencias como buen Conserje-Cacique. Más..., ¡no te rías tanto, querido lector!, que a lo peor algo hay de cierto en esta rocambolesca historia pues ejemplos existen en otras comarcas con menos posibilidades que la nuestra, las cuales nos avergonzarían. Solamente una frase con pregunta: Si el cultivo de la tierra en la totalidad del término municpal povedano, bien organizado mediante las oportunas acciones representativas del capital aportado por cada cual, ¿no se consumiría la mitad de la mitad del combustible empleado, y por tanto, el del costo de la producción?. El personal no ocupado..., ¡al cooperativismo o a otra actividad productiva cualquiera, incluída, llegado el caso..., la de producir "macarios" y "jacintas" para el consumo. Amén.
Saludos cooperativistas y hasta pronto, amigos/as.