LA PLAZA MAYOR Y SUS GENTES BAJO OTRA PERSPECTIVA.
Un día cualquiera, ya avanzado el otoño, soleado y con cielo azul, Adrián lo consideró idóneo para presentarnos la zona Este de la plaza de nuestro pueblo desde otro plano. Al parecer, la vista está tomada, más o menos, sobre las cinco de la tarde. Para que no se nos olviden los hombres y nombres de las personas que son ó fueron pater-familias y sus esposas habitándola durante decenios, les recordaremos una vez más como símbolos, todavía vivientes algunos, que en ese lugar pasaron los mejores años de sus vidas.
De iaquierda a derecha, las vivendas que se observan fueron habitadas, si la memoria no me falla, por Sebastian Perrino, (Chanes, casado con Manuela), Crescencio de la Torre (Chenchín, viudo de Socorro q. e. p. d.), Hipólito Muñoz y su esposa Lorenza, Marciano Beremejo y su esposa Mariapaz, ambos q. e. p. d., (hoy la habita su hija Marcelina Bermejo, esposa de Félix López), Cipriano Marcos, viudo de Sra. Carmen (hoy la ocupa su hija del mismo nombre, casada con Evangelista Zazo), Félix González Sánchez q. e. p. d. y su esposa Leonor Monsalvo. Y al final, el garaje de Simón Barba, solana invernal preferida y agradecida por los personas mayores.
Como lo que aquí se contempla es apenas media plaza, hemos de reconocer que, por las dimensiones del pueblo, y por el número de sus habitantes, Poveda disfruta de una plaza amplísima que con cielo azul aún lo parece más. Teniendo en cuenta los años transcurridos desde que se consensuaran sus dimensiones, cuando menos habremos de reconocer que, transcurridos más de 200 años (a comienzos del siglo XIX), es evidente que los que dejaron fijadas sus demensiones tenían ya un concepto moderno de la amplitud de espacios, y desde luego, generosidad para ponerse de acuerdo en tal misión.
Hasta pronto amigos/as.
Un día cualquiera, ya avanzado el otoño, soleado y con cielo azul, Adrián lo consideró idóneo para presentarnos la zona Este de la plaza de nuestro pueblo desde otro plano. Al parecer, la vista está tomada, más o menos, sobre las cinco de la tarde. Para que no se nos olviden los hombres y nombres de las personas que son ó fueron pater-familias y sus esposas habitándola durante decenios, les recordaremos una vez más como símbolos, todavía vivientes algunos, que en ese lugar pasaron los mejores años de sus vidas.
De iaquierda a derecha, las vivendas que se observan fueron habitadas, si la memoria no me falla, por Sebastian Perrino, (Chanes, casado con Manuela), Crescencio de la Torre (Chenchín, viudo de Socorro q. e. p. d.), Hipólito Muñoz y su esposa Lorenza, Marciano Beremejo y su esposa Mariapaz, ambos q. e. p. d., (hoy la habita su hija Marcelina Bermejo, esposa de Félix López), Cipriano Marcos, viudo de Sra. Carmen (hoy la ocupa su hija del mismo nombre, casada con Evangelista Zazo), Félix González Sánchez q. e. p. d. y su esposa Leonor Monsalvo. Y al final, el garaje de Simón Barba, solana invernal preferida y agradecida por los personas mayores.
Como lo que aquí se contempla es apenas media plaza, hemos de reconocer que, por las dimensiones del pueblo, y por el número de sus habitantes, Poveda disfruta de una plaza amplísima que con cielo azul aún lo parece más. Teniendo en cuenta los años transcurridos desde que se consensuaran sus dimensiones, cuando menos habremos de reconocer que, transcurridos más de 200 años (a comienzos del siglo XIX), es evidente que los que dejaron fijadas sus demensiones tenían ya un concepto moderno de la amplitud de espacios, y desde luego, generosidad para ponerse de acuerdo en tal misión.
Hasta pronto amigos/as.