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POVEDA DE LAS CINTAS: SIGAMOS CON LAS CALLES POVEDANAS....

SIGAMOS CON LAS CALLES POVEDANAS.

Ésta que está en pantalla, por algo la habrá donimado "Yo no me llamo Gradel", la calle del tio Simón. Sin duda porque, probablemente tal denominación popular le viene porque la persona más significada de los vecinos que en ella residían, era la de este señor llamado Simón Barba q. e. p. d., todo un vecino respetable en el que conincidían ciertas connotaciones de terrateniente aunque en menor escala que el titular de la otra nominación objeto de otro comentario de vecindad, es decir, con la de "la calle del tío Arturo". Ya se vé que el hecho de disponer de patrimonio de cierto nivel en nuestro pueblo, era condición "sine-quanon" para alcanzar cierta celebridad o puesto de representación. A las pruebas me remito: el señor Simón Barba fue Juez de Paz, y el señor Arturo López, Alcalde de su época.

La vivienda solariega que aparece en primer plano sobre la acera izquierda con fachada revocada de cemento según se mira, puerta central de acceso escoltada por dos ventanas de grandes dimensiones y bien proporcionadas para la costunbre del lugar, precedidas de esa otra puerta grande que en nuestro pueblo se denominan "las traseras", es signo inequívoco de que por ésta han de pasar carros de mulas ó bueyes, y que, por tanto, nos encontramos ante la casa de un labrador "rico",·atributo que por entonces se daba a los poseedores de tierras y ganados a patir de cierto nivel, de forma que, para su cultivo, se requería de ayuda a sueldo de mozos de labor o jornaleros, denominación al uso.

Yendo al otro lado de la calle, en la acera de la derecha y haciendo esquina ya con la calle Real, se encuentra la casa donde vivía Clodoaldo Pescador, también agricultor pero en menor cuantía, casado con la señora Gertrudis, gerente esta última del que fuera Casino-Bar local durante muchos años, cuyo acceso al mismo lo era por la calle paralela a la anterior de la que nos encontramos. Al entrar en el local donde se jugaban las partidas de dominó y cartas, lo primero que se encontraba enfrente escrito con letras de grandes caracteres y excelente rotulación, el lema siguiente: "Se ruega paguen al servir". Como se verá, ya entonces se utilizaba en Poveda toda una forma elegante de decir "pague usted al contado, señor".

Hasta pronto amigos/as.