¡EN EL MES DE JULIO, LAS ALUCINACIONES DE LA CANÍCULA!.
Todos hemos visto alguna vez el terrible efecto de estos seres minúsculos convirtiendo en polvo literal todo lo que resulte asequible a sus mañas y a su poder destructor. Son capaces de derribar hasta la techumbre de una casa si antes no son eliminados. Y es que, aunque en principio pudiera parecer fácil su exterminio con una simple fumigación de cualquier insecticida para acabar con todo un ejército de ellos, y asimismo que tal medida se habrá llevado a la práctica en un millón de ocasiones, nunca se ha acabado del todo con semejante lastre, ni parece que se acabará. ¡Más o menos como los topillos y ahí está el ejemplo!. Verdaderamente constituyen un lastre como tantos otros que socialmente hay que soportar con paciencia y buen humor aunque el cuerpo te pida a gritos lo contrario. ¡Ésa es su suerte y nuestra desgracia!. Como por ahí anda suelto un tipo muy ingenioso, seguro que de todo ello sacará la metáfora apropiada que "jamás conocieran los tiempos" (esto último lo recuerdo del Quijote, y lo digo porque no vaya a ser que el que todos sabemos diga después que me lo apropio). Saludos povedanos.
Todos hemos visto alguna vez el terrible efecto de estos seres minúsculos convirtiendo en polvo literal todo lo que resulte asequible a sus mañas y a su poder destructor. Son capaces de derribar hasta la techumbre de una casa si antes no son eliminados. Y es que, aunque en principio pudiera parecer fácil su exterminio con una simple fumigación de cualquier insecticida para acabar con todo un ejército de ellos, y asimismo que tal medida se habrá llevado a la práctica en un millón de ocasiones, nunca se ha acabado del todo con semejante lastre, ni parece que se acabará. ¡Más o menos como los topillos y ahí está el ejemplo!. Verdaderamente constituyen un lastre como tantos otros que socialmente hay que soportar con paciencia y buen humor aunque el cuerpo te pida a gritos lo contrario. ¡Ésa es su suerte y nuestra desgracia!. Como por ahí anda suelto un tipo muy ingenioso, seguro que de todo ello sacará la metáfora apropiada que "jamás conocieran los tiempos" (esto último lo recuerdo del Quijote, y lo digo porque no vaya a ser que el que todos sabemos diga después que me lo apropio). Saludos povedanos.