OFERTA LUZ: 5 Cts/kWh

POVEDA DE LAS CINTAS: ¡Hola a todos!...

¡Hola a todos!

¡Faca, qué bonito!. Me trae muchos recuerdos tu poesía sobre la pizarra. Es verdad, el de la foto soy yo, en tiempos de la pizarra.

¡No, no "maruchi"! Lo que se les quemó a Luis y Irene fue la cocina el año pasado. Bueno... más que la cocina fue una sartén puesta al fuego. Sin mayores consecuencias que una humareda que puso perdido el techo, afectó a la puerta de un armario de cocina y destruyó por completo el extractor de humos. Tras una limpieza a fondo y una mano de pintura quedó como nuevo, ¿verdad "seriayo"?
Esta casa quemada estaba en un altozano al lado de la calle el Grillo, comunicados entre sí por un sendero. Si pasaste alguna vez por allí verías sin duda al señor Agustín sentado al solen el alto.
¿Tú te acuerdas que vivía en aquel alto la señá Lucia? ¡Claro mujer!. Y la señá Luisa, la de Jamin. Tenía en esta misma calle una casa Hipólito (el de Rosario "la Chana") y se la dejó a su hermano Luis para vivir la vida de aquellos tiempos. Yo era muy pequeño entonces, la casa ya estaba quemada y no se de quien era. Lo que si puedo contarte es que en ese mismo alto tenían Isabel y Sebastián, (los padres del que cuenta EFE que murió, y tampoco se como se llamaba) una casetilla donde guardaban las sandías y melones de la temporada. Tanto chiquillo por allí y lo fácil que resultaba abrir la puerta de abajo de aquella casa... alguna sandía comimos. Vivía esta familia al lado de la señá Cecilia y la tía Luisa en la Ronda.
Saluda a tus padres de mi parte y ya les comunicaré a los míos tu mensaje.
Bienvenidos a los nuevos y saludos para todos,
Adrian