"¡Quisca, vamos a esperar a coche!"- "Ya bajo, esperarme en la Crú!"
Fue en la década de los años sesenta cuando más emocionantes se hicieron las llegadas del coche de línea. Algunos albercanos con pelliza y botos de cuero empezaron a sustituir a aquellos otros que con típico traje serrano se desplazaban a la ciudad. Iban a la capital charra a hacer sus negocios y en el mes de septiembre a las ferias de ganado y corridas de toros. Recuerdo como en algunos días de feria llegaban ya los dos coches ... (ver texto completo)
Fue en la década de los años sesenta cuando más emocionantes se hicieron las llegadas del coche de línea. Algunos albercanos con pelliza y botos de cuero empezaron a sustituir a aquellos otros que con típico traje serrano se desplazaban a la ciudad. Iban a la capital charra a hacer sus negocios y en el mes de septiembre a las ferias de ganado y corridas de toros. Recuerdo como en algunos días de feria llegaban ya los dos coches ... (ver texto completo)