Aunque el
paisaje de
Sanchotello es montañoso hay una parte que es muy llana (la que limita con
Peromingo) y buena para el cultivo de los cereales. También hay buenos prados con muchos fresnos,
árboles que en el
verano se "esmochaban" (cortarle las ramas) y las hojas servían de alimento a las
vacas que con lo seco que estaba el
campo en cuanto oían los golpes de la "segurilla" (hacha) contra el
árbol se arremolinaban debajo para coger el mejor bocado.