El mes de vacaciones por excelencia va quedando lejos; los veraneantes recogieron sus bártulos y retornaron a sus lugares de origen. El pueblo vuelve a quedar con los de siempre; amén de algunos rezagados que aguantaran hasta que el tiempo empeore o la salud lo aconseje. No obstante, todavía queda un día importante en el calendario local. Aunque sin la algarabía festera de otros tiempos, todavía aúna las voluntades, el recuerdo y el deseo de acudir a rendirle en homenaje la devoción recibida en sus casas y mantenida a lo largo de los años desde los más recónditos lugares en el que se encuentre un gunillano. Somos muchos los que a lo largo de nuestra existencia, en algún momento determinado, cuando estamos acuciados por los contratiempos, las dificultades y los escollos del camino nos parecen insalvables, rogamos con nuestro pensamiento el favor del Crucificado que durante generaciones ha sido centro de devoción y consuelo para los creyentes de nuestro pueblo.
Mamamos esa devoción de nuestros abuelos y padres. Aunque la llama de la fe haya menguado, las raíces de las enseñanzas recibidas están ahí. No se olvidan. Por ello, llegadas estas fechas los recuerdos y ganas de hacer piña en torno a Él nunca nos faltan. Muchos tienen la posibilidad de volver en el día señalado, acudir a su ermita, encender una vela, recordar las oraciones casi olvidadas, escuchar emocionados esos cánticos, recorrer las calles en procesión y pedir por la salud propia o de familiares. A nadie nacido en Lagunilla le deja indiferente su Cristo.
El próximo lunes, día 14, se celebra su fiesta. El Santísimo Cristo de Lagunilla con los brazos abiertos nos espera a todos: a los Mayordomos que durante todo el año se ocuparon de su morada, a los cofrades, a los devotos, a los nacidos en la localidad… a todos. Suerte y alegría para quienes puedan acudir a postrarse a sus pies, también para quienes estando lejos se acuerden de El en su día. ¡El Cristo de los Afligidos nos espera!
Felicidades y buen día de El Cristo para tod@s.
Mamamos esa devoción de nuestros abuelos y padres. Aunque la llama de la fe haya menguado, las raíces de las enseñanzas recibidas están ahí. No se olvidan. Por ello, llegadas estas fechas los recuerdos y ganas de hacer piña en torno a Él nunca nos faltan. Muchos tienen la posibilidad de volver en el día señalado, acudir a su ermita, encender una vela, recordar las oraciones casi olvidadas, escuchar emocionados esos cánticos, recorrer las calles en procesión y pedir por la salud propia o de familiares. A nadie nacido en Lagunilla le deja indiferente su Cristo.
El próximo lunes, día 14, se celebra su fiesta. El Santísimo Cristo de Lagunilla con los brazos abiertos nos espera a todos: a los Mayordomos que durante todo el año se ocuparon de su morada, a los cofrades, a los devotos, a los nacidos en la localidad… a todos. Suerte y alegría para quienes puedan acudir a postrarse a sus pies, también para quienes estando lejos se acuerden de El en su día. ¡El Cristo de los Afligidos nos espera!
Felicidades y buen día de El Cristo para tod@s.
