Al igual que las redes sociales ya no son una moda, han llegado para quedarse; éste foro tampoco lo es. Los primeros en lanzaros le distéis vida, lo cuidasteis con cariño de padres y lo pusisteis en camino. Más tarde, otros fuimos llegando, lo conocimos y lo frecuentamos de la misma forma que se visita a un amigo. Entre todos, con las aportaciones de cada uno, conseguimos que sea un espacio vivo y querido.
Del mismo modo que la inteligencia es contagiosa; nos da ideas y nos hace preguntarnos por el porqué de esto o de lo otro, también es contagioso el deseo de saber y aprender. La palabra es la forma que tenemos de manifestar nuestras ideas y, al escribirlas en un medio como éste, nos permite comunicarnos, contagiándonos el deseo de compartir sentimientos, valores, intereses, …, y recordar aquello que permanece en el recuerdo común de nuestra memoria colectiva.
El foro, como herramienta cercana y para todos, facilita conectarse con otras personas y compartir. Es un vehículo sencillo, de carácter fundamentalmente abierto, donde sin manejar conocimientos especializados y teniendo ganas de compartir experiencias, nos otorga la posibilidad de interactuar a las personas que, teniendo como eje común nuestro pueblo, tenemos la sensación de formar parte de un grupo, tenemos un sentimiento compartido y, a pesar de no conocernos personalmente, poseemos una conexión emocional compartida.
Como medio de expresión en el que los vinculados a Lagunilla aportamos ideas, comentamos y debatimos sobre aquellas cuestiones que nos atañen y preocupan; desde mi punto de vista, una herramienta como la presente, sí ofrece un aspecto relevante, es su capacidad inherente de participación y enriquecimiento de contenidos con la finalidad última de comunicarnos. En muchos casos el hecho de expresarnos y estar en contacto, en la forma en que lo hacemos, no sólo nos acerca a nuestros orígenes comunes, también nos genera cierta sensación de amistad que esta proximidad aporta. Al mismo tiempo que compartimos, creamos opinión y sentido crítico sobre los asuntos expuestos.
Son miles las intervenciones aportadas y varios miles las fotografías insertadas, siendo ambos de lo más variados; en muchos de los casos, con nostalgia, nos retrotraen a nuestras vivencias; en otros, nos acercan la actualidad de nuestro pueblo: a sus fiestas y tradiciones; a los campos y bosques; a las fuentes y los arroyos; a los frutos de sus huertos o de sus olivares; sus calles, plazas y casas; los dulces y recetas de nuestros abuelos; la iglesia parroquial y la ermita del Cristo, y, sobre todo, a las personas que nos dieron nuestro ser y el sentimiento tan arraigado de pertenencia que tenemos los naturales de Lagunilla.
Entre todos hacemos que este espacio esté vivo
Del mismo modo que la inteligencia es contagiosa; nos da ideas y nos hace preguntarnos por el porqué de esto o de lo otro, también es contagioso el deseo de saber y aprender. La palabra es la forma que tenemos de manifestar nuestras ideas y, al escribirlas en un medio como éste, nos permite comunicarnos, contagiándonos el deseo de compartir sentimientos, valores, intereses, …, y recordar aquello que permanece en el recuerdo común de nuestra memoria colectiva.
El foro, como herramienta cercana y para todos, facilita conectarse con otras personas y compartir. Es un vehículo sencillo, de carácter fundamentalmente abierto, donde sin manejar conocimientos especializados y teniendo ganas de compartir experiencias, nos otorga la posibilidad de interactuar a las personas que, teniendo como eje común nuestro pueblo, tenemos la sensación de formar parte de un grupo, tenemos un sentimiento compartido y, a pesar de no conocernos personalmente, poseemos una conexión emocional compartida.
Como medio de expresión en el que los vinculados a Lagunilla aportamos ideas, comentamos y debatimos sobre aquellas cuestiones que nos atañen y preocupan; desde mi punto de vista, una herramienta como la presente, sí ofrece un aspecto relevante, es su capacidad inherente de participación y enriquecimiento de contenidos con la finalidad última de comunicarnos. En muchos casos el hecho de expresarnos y estar en contacto, en la forma en que lo hacemos, no sólo nos acerca a nuestros orígenes comunes, también nos genera cierta sensación de amistad que esta proximidad aporta. Al mismo tiempo que compartimos, creamos opinión y sentido crítico sobre los asuntos expuestos.
Son miles las intervenciones aportadas y varios miles las fotografías insertadas, siendo ambos de lo más variados; en muchos de los casos, con nostalgia, nos retrotraen a nuestras vivencias; en otros, nos acercan la actualidad de nuestro pueblo: a sus fiestas y tradiciones; a los campos y bosques; a las fuentes y los arroyos; a los frutos de sus huertos o de sus olivares; sus calles, plazas y casas; los dulces y recetas de nuestros abuelos; la iglesia parroquial y la ermita del Cristo, y, sobre todo, a las personas que nos dieron nuestro ser y el sentimiento tan arraigado de pertenencia que tenemos los naturales de Lagunilla.
Entre todos hacemos que este espacio esté vivo
