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LAGUNILLA: Llevamos un tiempo en que, desde los poderes públicos...

Llevamos un tiempo en que, desde los poderes públicos y otros, están intentando tomemos conciencia de lo que se considera, desde algunos ámbitos, como una mala costumbre española: los horarios.
Como todo el mundo sabe, los horarios de trabajo, en muchos casos, comienzan con las primeras luces del alba y se prolongan más allá de las 20:00 horas, con un intervalo de dos o tres horas para hacer frente a la comida de mediodía.
La finalización de la jornada laboral tan tarde, unida al tiempo empleado para el desplazamiento de ida y retorno, así como al condicionante de otros usos sociales, dan como resultado que lleguemos a nuestros domicilios pasadas las 22:00 h., cenemos tarde y copiosamente, retirándonos a descansar sobre las 24:00 h., o más. Parece, y así lo demuestran estudios realizados al efecto, que los españoles en edad de trabajar, dedicamos menos horas de las necesarias al descanso, por lo que acaba perjudicándose nuestra salud. Además, los horarios laborales dificultan la conciliación de la vida familiar y no facilitan la atención de los padres a las tareas escolares de los hijos.
Dicen esos estudios, entre otras cosas, que el poco tiempo dedicado al descanso y la abundancia de alimento en la principal comida del día, unida a lo tarde que solemos hacerlo (sobre las 15:00 horas) hacen o condicionan nuestra productividad.
Al parecer dedicamos o permanecemos excesivas horas en el curro para lo que producimos. Existe una cultura de permanencia en el puesto de trabajo, con independencia de lo que se haga o tenga que hacer. Opinan, que no es sinónimo de productividad el permanecer más tiempo; más bien, es consecuencia del bajo rendimiento, provocado por lo que denominan “malas costumbres españolas”.
Las autoridades, de distinto signo y desde hace tiempo, han intentado tomar cartas en el asunto. Así, durante el primer gobierno de la era Zapatero, el ministro Jordi Sevilla, ordenó la finalización de la jornada laboral de los distintos ministerios a las 18:00 horas y recomendó a las empresas que hicieran otro tanto. La propuesta no obtuvo los resultados esperados.
Ahora hay un nuevo intento de racionalizar nuestros horarios. En este sentido, la Ministra de Sanidad y otras cosas más, señora Mato, sugiere que una buena medida sería adelantar los horarios de los telediarios. Estos deben comenzar 30 ó 60 minutos antes. De esta forma, se adelantaría lo que se conoce en los medios televisivos como prime time (máxima audiencia, entre las 22:00 y 24:00 h.) para finalizar las emisiones sobre las 23:00 h., que es el horario considerado apropiado para irnos a dormir.
El debate está abierto. Los medios de comunicación llevan algunas semanas haciéndose eco de la propuesta. Incluso en nuestras reuniones de los jueves por la tarde, ya hemos dedicado una jornada a debatir el tema y contrastar los distintos puntos de vista. Qué, por cierto, es tan variada como asistentes:
Hay quien considera que nuestra costumbre de comer tarde, tener una siestecita, los vinitos o cervecitas después de la jornada laboral, el cenar abundante y a altas horas, la serie televisiva favorita, el partido de fútbol, etc., hay que preservarla; es nuestra forma de ser. Otros dicen que, dado que los horarios escolares han sido modificados y la mayoría de los colegios tienen el horario continuado, las empresas deben acomodar también sus horarios. Los hay que creen que la medida de adelantar el horario de los telediarios y, consecuentemente, variar el prime time será definitivo para cambiar el paso de los españolitos. Se cree que esta medida está condicionada a la aceptación, por las privadas, de la propuesta ministerial; y, si estas no se ponen las pilas, el Estado debe obligarlas, que para ello es el propietario del espacio radioeléctrico. Que las cadenas públicas deben dar ejemplo, siendo las primeras en poner en práctica las propuestas. Las retrasmisiones deportivas nocturnas, especialmente el fútbol, deben adelantar su horario, trasmitiendo los partidos de la liga española con el mismo horario de la champions, es decir, a las 20:45 h. También, hay quien cree que el horario televisivo está adaptado a la idiosincrasia de los españoles y que la TV no influyen en nada en si comemos a una hora y nos acostamos a otra distinta a la del resto de europeos. Que como hay tantos desempleados y no tienen que madrugar, pues es bueno tenga entretenimiento televisivo, etc., etc.
Hay opiniones de todo tipo y, como suele ser habitual entre nosotros, todos opinamos y pretendemos tener razón en nuestros argumentos, nos atropellamos con la palabra y al final no llegamos a acuerdo o consenso mínimo. El tema lleva tiempo en candelero y no sabemos cuanto más lo estará.