Este fue un hombre que no dejó indiferente a nadie. Su forma de ser hacía que tuviera muchos simpatizantes y también sus detractores. Su país, Venezuela, es rico en recursos de todo tipo, sobre todo petróleo. Estas inmensas riquezas durante han producido importantísimos beneficios económicos que no siempre fueron bien empleados, todavía un 27% de los habitantes del país caribeño se encuentran en estado de pobreza, aunque buena parte de las chabolas de los barrios más pobres fueron sustituidas por viviendas de ladrillo con las comodides modernas, todavía quedan muchas infraviviendas. Consiguió que las clases más pobres recibieran enseñanza y atención sanitaria gratuita, todo con la no nunca desinteresada dirección de los hermanos Castro de Cuba. Los alimentos que la población consume, en una parte muy importante, proceden de la importación ya que la agricultura y ganadería están en un estado de decadencia. La inflacción es grande y la devaluación de la moneda del país se ha producido.
Quizá, desde mi punto de vista, el hecho más significativo de su mandato ha sido el mensaje enviado a diversos países de sudamérica que, de alguna forma, han seguido en parte su ejemplo: Bolivia y Ecuador, seguramente los más destacados, otros interesados por los beneficios que de Venezuela reciben, como Nicaragua. Otros, sin apartarse del "capitalismo" propio y con algunas variantes, también lo imitan: Perú. En otros lugares, como Brasil, la gran superpotencia del sur, simplemente le dieron cancha en función de los intereses prácticos que provienen de la vecindad. Mas al sur, en Uruguay y Paraguay surgieron gobiernos también escorados a la izquierda. Colombia, desaparecido Uribe de la escena, ha conseguido tener cierta estabilidad en la frontera común con el país de los Llanos. Chile, como siempre, a su aire. Y de Argentina, esta nación tan queridísima y con tantísimos recursos, continúa la senda que le marca Cristina, tan amada como denostada en su país.
En casi todos los lugares del cono sur, sus dirigentes, han modificado las constituciones con el fin de perdurar en la poltrona cuanto más mejor. Al parecer, al igual que "nuestro" invicto Caudillo o nuestro reyes, anteriores al mismo, "están investidos por la gracia de Dios". Es decir, fueron elegidos por el Altísimo para acabar con las injusticias que el viejo imperialismo español les dejó en herencia, así como las que llegaron al socaire del poderoso vecino del norte, cuyo presidente, años atrás, fue deficino por el propio Chavez como el diablo y al que ahora se acusa (como forma de aglutinar a los que se disputan la herencia bolivariana) de haber envenenado al Comandante (ramalazos de dictadura).
En cualquier caso, a nadie dejó indiferente.
También provocó innumerables huídas o emigraciones forzosas de aquellos que no se plegaban a sus designios. Y no me quiero referir a los banqueros y poderosos que en todos los sitios sangran y saquean al pueblo. Me refieron a muchos pequeños comerciantes y pequeños industriales que retornaron a los puntos de origen de sus antepasados obligados por la política del Presidente: Canarias, Madeira, costa de la Beira Litoral, etc. donde es fácil encontrar panaderos, pasteleros, comerciantes en general, talleres mecánicos, restaurantes, bares, etc., regentados por gentes procedentes de Venezuela que están esperando la desaparición de Chavez, con la esperanza de poder retornar al país donde nacieron. ¿lo conseguiran? Ya se verá.
De momento, descanse en paz el Comandante Presidente y mis mejores deseos de prosperidad y libertada para el pueblo venezolano.
Quizá, desde mi punto de vista, el hecho más significativo de su mandato ha sido el mensaje enviado a diversos países de sudamérica que, de alguna forma, han seguido en parte su ejemplo: Bolivia y Ecuador, seguramente los más destacados, otros interesados por los beneficios que de Venezuela reciben, como Nicaragua. Otros, sin apartarse del "capitalismo" propio y con algunas variantes, también lo imitan: Perú. En otros lugares, como Brasil, la gran superpotencia del sur, simplemente le dieron cancha en función de los intereses prácticos que provienen de la vecindad. Mas al sur, en Uruguay y Paraguay surgieron gobiernos también escorados a la izquierda. Colombia, desaparecido Uribe de la escena, ha conseguido tener cierta estabilidad en la frontera común con el país de los Llanos. Chile, como siempre, a su aire. Y de Argentina, esta nación tan queridísima y con tantísimos recursos, continúa la senda que le marca Cristina, tan amada como denostada en su país.
En casi todos los lugares del cono sur, sus dirigentes, han modificado las constituciones con el fin de perdurar en la poltrona cuanto más mejor. Al parecer, al igual que "nuestro" invicto Caudillo o nuestro reyes, anteriores al mismo, "están investidos por la gracia de Dios". Es decir, fueron elegidos por el Altísimo para acabar con las injusticias que el viejo imperialismo español les dejó en herencia, así como las que llegaron al socaire del poderoso vecino del norte, cuyo presidente, años atrás, fue deficino por el propio Chavez como el diablo y al que ahora se acusa (como forma de aglutinar a los que se disputan la herencia bolivariana) de haber envenenado al Comandante (ramalazos de dictadura).
En cualquier caso, a nadie dejó indiferente.
También provocó innumerables huídas o emigraciones forzosas de aquellos que no se plegaban a sus designios. Y no me quiero referir a los banqueros y poderosos que en todos los sitios sangran y saquean al pueblo. Me refieron a muchos pequeños comerciantes y pequeños industriales que retornaron a los puntos de origen de sus antepasados obligados por la política del Presidente: Canarias, Madeira, costa de la Beira Litoral, etc. donde es fácil encontrar panaderos, pasteleros, comerciantes en general, talleres mecánicos, restaurantes, bares, etc., regentados por gentes procedentes de Venezuela que están esperando la desaparición de Chavez, con la esperanza de poder retornar al país donde nacieron. ¿lo conseguiran? Ya se verá.
De momento, descanse en paz el Comandante Presidente y mis mejores deseos de prosperidad y libertada para el pueblo venezolano.