FECHAS GLORIOSAS
Hay días que dan gusto vivirlos: capeas, victorias; alegrías que nos rejuvenecen, fiestas y entornos que se repiten a eternidad mientras que unos son sustituidos por otros. Jóvenes que toman el relevo.
Ahora, mientras disfruto desde el burladero el valor y el alborozo de la fiesta, me sorprende la oportunidad de participar como espectador tan sólo de ella. Y, en memoria, juzgo muy jóvenes a los que hoy protagonizan; mientras calculo aquellos años pasados con un cotejo bárbaro e injusto ante mi realidad patente ¡Qué gastado me hallo! ¡Sí! Cuando superamos edades perdemos la honradez y, a los que antes veíamos grandes mozos, ahora tachamos de muy jóvenes. Basta recuperar aquella época quince añera, cuando todo el mundo nos parecía muy mayor; aquel uniforme de madurez que hoy está arrugado y reservado a otros juicios más mansos.
¡Qué bello es ser joven!
Hay días que dan gusto vivirlos: capeas, victorias; alegrías que nos rejuvenecen, fiestas y entornos que se repiten a eternidad mientras que unos son sustituidos por otros. Jóvenes que toman el relevo.
Ahora, mientras disfruto desde el burladero el valor y el alborozo de la fiesta, me sorprende la oportunidad de participar como espectador tan sólo de ella. Y, en memoria, juzgo muy jóvenes a los que hoy protagonizan; mientras calculo aquellos años pasados con un cotejo bárbaro e injusto ante mi realidad patente ¡Qué gastado me hallo! ¡Sí! Cuando superamos edades perdemos la honradez y, a los que antes veíamos grandes mozos, ahora tachamos de muy jóvenes. Basta recuperar aquella época quince añera, cuando todo el mundo nos parecía muy mayor; aquel uniforme de madurez que hoy está arrugado y reservado a otros juicios más mansos.
¡Qué bello es ser joven!
