De este pozo tengo un recuerdo bastante desagradable, debería tener yo unos once o doce años y un grupo de mozalbetes y crios habiamos ido, unos con la pretensión de bañarse y otros simplemente por ver algo de lo que habiamos oido hablar con frecuencia pero que no conociamos como era mi caso.
Por entonces, mis experiencias natatorias eran nulas y mis baños se limitaban a lo que haciamos practicamente todos, la laguna en la mata, la poza de la noria cuando se regaba el huerto y el rio en víaperas de la fiesta de la patrona, El caso es que una parte del grupo estabamos sentados en el borde del cantil derecho del pozo viendo como el resto se bañaba. Yo nunca me hubiera tirado por propia voluntad, pero allí estaba Acacio que era un revoltoso por calificarlo de forma suave y no tuvo otra ocurrencia que darme un empujón y lanzarme al agua, como es natural, no solo me fuí al fondo, sino que cada vez que conseguía ganar la superficie tragaba agua y de nuevo para abajo, en vista de lo cual Acacio se lanzó al agua para rescatarme; yo en mi desesperación y sin pensar en lo que hacía, me agarré a él con tanta fuerza que le impedia mover los brazos con soltura, con lo que los dos nos ibamos al fondo; al final alguien más se tiró al agua y a base de empujones consiguó llevarnos a la orilla. No se cuanta agua bebí, pero si se que devolví unos cuantos litros. La cosa, afortunadamente, no pasó del susto pero aun recuerdo lo vivido como si fuera ayer, no se si a él se sucederá lo mismo.
Deseo que hayais pasado unas buenas Fiestas de la Virgen de la Asunción y del Cristo, me hubiera gustado estar pero no me ha sido posible, otro año será si Dios quiere. Un abrazo. FERLONTAS.
Por entonces, mis experiencias natatorias eran nulas y mis baños se limitaban a lo que haciamos practicamente todos, la laguna en la mata, la poza de la noria cuando se regaba el huerto y el rio en víaperas de la fiesta de la patrona, El caso es que una parte del grupo estabamos sentados en el borde del cantil derecho del pozo viendo como el resto se bañaba. Yo nunca me hubiera tirado por propia voluntad, pero allí estaba Acacio que era un revoltoso por calificarlo de forma suave y no tuvo otra ocurrencia que darme un empujón y lanzarme al agua, como es natural, no solo me fuí al fondo, sino que cada vez que conseguía ganar la superficie tragaba agua y de nuevo para abajo, en vista de lo cual Acacio se lanzó al agua para rescatarme; yo en mi desesperación y sin pensar en lo que hacía, me agarré a él con tanta fuerza que le impedia mover los brazos con soltura, con lo que los dos nos ibamos al fondo; al final alguien más se tiró al agua y a base de empujones consiguó llevarnos a la orilla. No se cuanta agua bebí, pero si se que devolví unos cuantos litros. La cosa, afortunadamente, no pasó del susto pero aun recuerdo lo vivido como si fuera ayer, no se si a él se sucederá lo mismo.
Deseo que hayais pasado unas buenas Fiestas de la Virgen de la Asunción y del Cristo, me hubiera gustado estar pero no me ha sido posible, otro año será si Dios quiere. Un abrazo. FERLONTAS.
