Recuerdos de mi infancia:
Era un día de otoño avanzado, no recuerdo la fecha con exactitud pero si la circunstancia de lo sucedido. Ibamos por la mañana muy temprano Marcial el de Isabel la Cuca, mi hermano y yo a plantar unos castaños a un terreno que le había tocado en el Cerro a la esposa de mi tio de una herencia; como digo era casi al amanecer cuando en el puente de la Marchana nos cruzamos con un mozalbete del propio Cerro, pero ante un inciso, por aquella época e ignoro la razón, en el Cerro hasta que no se casaban los mozos solían llevar las perneras de los pantalones a media pierna; Marcial que tenía una socarronería que era proverbial se dirije al mozalbete ¿De donde viene el amigo? " De llevar las vacas y regar el prado". De nuevo Marcial con toda la sorna de que era capaz pero con una cara de inocencia que sorprendería a los propios ángeles le dice: " Pues macho, como te caigas de los pantalones te vas a dar una h. Que te vas a romper los hocicos". Disimulando las ganas de reir que nos provocó la frase, bajamos la cabeza y continuamos caminando. Ya por la tarde, acabada la jornada y cuando emprendíamos el camino de regreso a Lagunilla dice Marcial: Ahora tenemos que tener cuidado al parar por el Cerro, poeque son capaces de salirnos al camino con "un pelao" y nos muelen. Ferlontas.
Era un día de otoño avanzado, no recuerdo la fecha con exactitud pero si la circunstancia de lo sucedido. Ibamos por la mañana muy temprano Marcial el de Isabel la Cuca, mi hermano y yo a plantar unos castaños a un terreno que le había tocado en el Cerro a la esposa de mi tio de una herencia; como digo era casi al amanecer cuando en el puente de la Marchana nos cruzamos con un mozalbete del propio Cerro, pero ante un inciso, por aquella época e ignoro la razón, en el Cerro hasta que no se casaban los mozos solían llevar las perneras de los pantalones a media pierna; Marcial que tenía una socarronería que era proverbial se dirije al mozalbete ¿De donde viene el amigo? " De llevar las vacas y regar el prado". De nuevo Marcial con toda la sorna de que era capaz pero con una cara de inocencia que sorprendería a los propios ángeles le dice: " Pues macho, como te caigas de los pantalones te vas a dar una h. Que te vas a romper los hocicos". Disimulando las ganas de reir que nos provocó la frase, bajamos la cabeza y continuamos caminando. Ya por la tarde, acabada la jornada y cuando emprendíamos el camino de regreso a Lagunilla dice Marcial: Ahora tenemos que tener cuidado al parar por el Cerro, poeque son capaces de salirnos al camino con "un pelao" y nos muelen. Ferlontas.