Tiempo de otoño, LAGUNILLA

(1 de Octubre de 2014)
Nunca mejor representado, un pensamiento en el aire; un cerebro alienado. Así desde el norte, al oeste mirando; sintiendo latir aquel ocaso profundo que besa terreno añorado ¡Qué lejos..! Aquella huella de mis ancestros reclama. Y, cada día con el alba, hay un crepúsculo matutino que se desliza del este al oeste con un recado mío.

Buenas tardes Lagunilla.
En esos extremos de tierra austera, el brezo, la jara, castaños y olivos de entre granito y pizarra recogen uno a uno los recuerdos de muchos, las nostalgias de los otros y la más pura lucidez del deleite de todos los demsás. Callada o en voz alta, la memoria nos deja ser parte de ese cuerpo que nos sigue dando vida. Por eso regresamos y sabemos que la raíz nos nombra.
Lagunilla.

Tierra austera y extrema, geológicamente dividida por canchales de granito y pliegues de pizarra. Valles estrechos y profundos con numerosos arroyos, silenciosos en verano y estruendosos con las lluvias de otoño los acoge el río Cuerpo de Hombre camino del Alagón. Cerros para otear trescientos sesenta grados de autentica naturaleza, majestuosos castaños y extenso robledales, una tupida floresta que todos los otoños se pinta de mil colores. Un placer para los sentidos perderse en sus...
SOLEDADES

A los que no han llegado todavía, por que se distrajeron; quizás porque no es fácil encontrar las claves que nos hacen sentirnos arropados por esa soledad tan acogedora que ofrecen algunos espacios… A ellos, a los que les cuesta admitir que los desiertos cautivan y que, cuando crees que no hay nada, estas rodeado de todo; mis más humildes condolencias ¿Por qué? Es complicado hacer ver el porqué de tan excelsa belleza.
ALLÁ EN EL HORIZONTE

Desde los más remotos altozanos siempre habrá un paisano que oteé complacido su pueblo. Una mirada larga y profunda buscará algún íntimo recuerdo, se ensimismará perdido u atónito en la contemplación de lo más bello; maravillado de sensaciones que sólo alberga él y que, aún queriendo, nadie podría entender si no es queriendo; hurgando desde la empatía cuando se ama una casa, un campo; el entorno de quienes comparten la existencia amarrados a lo que es nuestro.

¡Saludos...