Cuando era niño entre mis hermanos y mis padres destaca una tímida figura arrinconada a la derecha de esta fotografía.

(1969)

PASAN LOS AÑOS

Crecen los recuerdos mientras nos vamos agostando, dejando tras de sí la juventud, las ilusiones y el pelo; proyectos truncados que ya jamás verán la luz porque, en pleno trayecto, se inclinaron hacia otras cotas que se impusieron ¿Será verdad aquello de que “el hombre propone y Dios dispone”? Yo, así lo creo. Hay destinos programados para nosotros en tanto nacemos y, de lo único cierto, quizás sea lo que afirmaba Wilian Sespeare: “Comenzamos a morir cuando nacemos”.

Ay, cuantos...
Armando, estos eran mis padres en 1969; ya vivíamos en Pamplona (Navarra). Quizás puedas ver otras fotos de familia en el album del foro, hay de tiempos mucho más antiguos; te buscaré otra.
¡Gracias Adol! Yo estoy seguro que con mis hermanos hiciste muy buena amistad; respecto a mí, como era tan pequeño por aquel entonces, apenas algún despojo de recuerdos, caras de los vecinos que no sabría identificar pero que, en el extremo dejaron en mi conciencia el miedo ante las risas de otros presentes mientras me amedrentaban con sus jocosas bromas para que me recogiera en el regazo de mi madre. Ahí estaba Juán "el de la Puri" (que en paz descanse) con la hoz en su mano diciéndome que me cortaría...
Pedro me encantaber esa foto me recuerda muchas cosas del barrio y de tus padres y hemanos cuando jugabamos por las calles y cuando poniamos loco a tio agapito el papelon y al mudo, heramos todos pequeños y nos entendiamos bien.
on abrazo recuerdo desdes Francia. Adolfo
LA ESTUPIDEZ DE PENSAR Y NO ACTUAR

Desde que tengo uso de razón busco un modo de vivir siendo útil. A veces resulta lucrativo pero, en otras; generalmente muchas, topo con un muro infranqueable y presiento que estorbo; como si la humanidad que me rodea o la sociedad estuviese en una era perdida u anacrónica en mis días. Me hago un favor y desaparezco. Me aparto para ser contemplativo y no herir sensibilidades ajenas en espera de que todo cambie y se otorgue mi turno. El poder confesar la buena...