paso estrecho ante La Torrecilla, LAGUNILLA

Ahora es sólo eso: un sendero sin hollar, un manantial a ras del suelo que nunca se ha de secar; "fuente encantada" de un pueblo noble que se preocupa por rescatar. Qué sentida y humilde, qué derroche de bondad; en su timido escondite... sigue estando encantá.
(21 de Mayo de 2012)