carrapachá de aperitivos, LAGUNILLA

Esta era una de las casas de los quintos. Como veréis se preparan a conciencia para dar de comer a todo el pueblo. Y como esta, todas las demás.
(19 de Febrero de 2012)
Azulturquesa, que facilidad la tuya para narrar lo que has escrito, eres igual que tu prima, algo tiene que haber en la genetica, porque segun lo estaba leyendo me he quedado de piedra.
Yo cada dia estoy mas sorprendida por la desenvoltura que tienen mujeres y hombres de mi pueblo a la h ora de narrar las vivencias, parece que fue ayer.
¡Hola Azulturquesa! Hoy nos has dejado un relato maravilloso de aquella época, nos has trasmitido un montón de información ya olvidada que, gracias a ti, ahora es nuestra. Ese chocolate Kitín que, seguramente, sería el de un envoltorio rojo que compraba a veces mi madre en la tienda de la maestra (en mi calle, unos metros más adelante, casi al final; pero bastante antes de llegar a la Plaza Mayor). Por aquel entonces traían cromos de regalo pero no recuerdo de qué eran. Ten cuenta que hablo del año...
Ay, Pedro, como nos revuelves por dentro con tus relatos. Como haces retrotraernos a nuestras infancias entre calles empedradas y gallinas y resto d ganados dejando huella de su paso hasta en el mismo umbral de nuestras puertas (gallinazas y excrementos de perros incluidos). Nuestra infancia en Lagunilla fue así, libres como pajarillos, hacíamos nuestra vida en la calle, nuestra escuela estaba en las calles del pueblo y sus cercanias. Saliamos a ella ocn lo que cabian en nustros bolsillos (NI MÓVILES,...
EDITAR UN LIBRO

Mujeres al socaire, pañuelos bajo un sombrero de paja sobre sus cabezas; era una estampa, una imagen perpetua que siempre me acompaña cuando, en los días que salía el sol, aún siendo el clima serrano y fresco; yo contemplaba desde aquella mole de piedra que todos llaman poyo a ellas; atareadas con bolillos de encaje, bastidores de costura; lanas a ganchillo y, sentadas en un silencio reflexivo, del que apenas levantaban la cabeza, aparecían en sus aros el color y la belleza de...