BARBADILLO: Hola, Rober, y hago extensivo el saludo al resto de...

Un año más celebramos el reencuentro veraniego de unos asiduos veteranos en el pueblo. Unas sesenta casas abren sus puertas en estas fechas donde por unos días unos y algunas semanas otros, nos dejamos ver por el lugar de nuestra niñez.
El pueblo (físicamente) sigue siendo el mismo, sin apenas cambios, pero la vida en él ya no tiene nada que ver con la que conocimos.
Las Fiestas, comenzaron la víspera de nuestra Sra, con un "emotivo, sentido y con sentido" discurso desde el balcón del Ayuntamiento por el Sr. Alcalde apelando a la unidad. Seguidamente las peñas animaron la concurrida plaza y ofrecieron a los presentes sangría de fabricación "made in peña" elaborada por los más jóvenes. La noche fue jaleada y cortejada por los numerosos mozos oriundos y allegados de los pueblos vecinos.
Ntra. Sra. con varios actos variados como tiro al plato, juegos para niños, triangular de fútbol (con el calor abrasador que hacía esa tarde), bailes flamencos en la plaza, concurso de tortillas, degustación de las mismas acompañadas de embutido de la tierra.
San Roque con su veintena de mayordomos y coro semi-rociero. (Del viernes y sábado poco os puedo contar porque no estuve en el pueblo). Las verbenas, amenas y ese arte con el que acompaña un sector de veteranos jóvenes allá por las cuatro de la madrugada con sus herradas en la mano (perdón, quiero decir vasos, pero con la capacidad que tienen cualquiera puede confundirlos) cimbreándose a ritmo de la música sin caer nada del contenido al suelo. Todo un fenómeno. Pocos disfraces este año.
El domingo hubo paella en el parque, un buen pretexto para compartir un tiempo con amigos y familiares, donde a partir de las cinco comienza la fiesta del agua. Chiquillos y menos chiquillos juegan con todo tipo de objetos bautizándose los unos a los otros. Y alguna cosa más que se me queda en el tintero.
Finalizadas las Fiestas, parece que sonase el pistoletazo de salida de todos los que provisionalmente pasamos estos días en Barbadillo, en cuestión de apenas una semana vuelve a ser el tranquilo y tranquilo pueblo en que se ha convertido.
Un saludo. Rober

Hola, Rober, y hago extensivo el saludo al resto de contertulios y asimilados. Gracias por la mini crónica, que siempre es agradable de leer; bien que Barbadillo dormite a lo largo del año, al menos veo que en las fiestas se despierta con ganas, y si es en paz y armonía, mejor que mejor. Son de lamentar las sensibles ausencias que se han producido a lo largo del año, pero la biología no perdona y si al menos queda la memoria, ya tenemos algo ganado; mantengámosla, que estas personas lo merecen, no así otras que mejor sería que no hubiesen nacido.
Y como en pasado comentario refería, eso de los flamencos y el pseudo rociero coro.... bueno, si a falta de pan, hemos de decir que buenas son tortas... peor sería cantar himnos brazo en alto.
Un abrazo a todos.
P. D. Nuestra nieta acaba de cumplir siete meses y ya tiene un diente.