El Estado Visigodo.- El pueblo Visigodo comenzó con el asentamiento al sur de las Galias en virtud de un pacto celebrado en el año 418 con Roma, que en principio no otorgaba al rey visigodo poder político sobre la población romana, al menos en la etapa conocida como Reino visigodo de Tolosa iniciado por Eurico.
A mediados del siglo VI se produjo un traslado masivo de visigodos a España conocido como Reino visigodo de Toledo, donde parece ya construido un aparato estatal. Hay que tener en cuenta que entonces, la Península estuvo bajo la presencia de tres Estados: El visigodo, el suevo y el bizantino. Posteriormente fueron expulsados suevos y bizantinos con lo que se formó verdaderamente un Estado hispano-godo, en cuya configuración intervinieron elementos germánicos, romanos y canónicos.
Como visigodo el carácter popular y militar (comunidad en armas) basada en hombres libres, influencia de la administración romana en cuanto a la distribución y gobierno de provincias y la influencia de la iglesia católica sobre todo desde la conversión de Recaredo.
El Estado resultante fue de una fuerte tendencia al absolutismo con un elemento territorial (comunidad asentada en un territorio) un elemento personal (hombres libres ligados al Estado) y unos fines (procurar el bien común y la defensa de un territorio)
El rey, al frente de la monarquía, ejercía el poder político, distinguiéndose entre el monarca y la Corona, teniendo patrimonio separado, de forma que a la muerte del rey, la Corona y su patrimonio pasaban a su sucesor y el patrimonio privado se repartía entre sus herederos. (Monarquía popular).
Los súbditos como hombres libres vinculados al Estado participaban en las Asambleas populares que poco a poco quedó en manos de las clases pudientes, de tal forma que tanto magnates, sacerdotes o gardingos no podían ser privados de sus bienes salvo evidente indicio de culpa, ni sometidos a tormento y solo pueden ser juzgados por otros de igual rango.
Con los visigodos, se puede decir que se comienza a instaurar un sistema de pre-feudalismo ya que la fidelidad hacia el rey del séquito y de los “fideles” suponía la existencia de concesiones de tierras a cambio de sus servicios, que no eran transmitidas en pleno dominio sino por un plazo de tiempo determinado, junto con la presencia de “gardindos” en el séquito del monarca, miembros d4e la nobleza y la Iglesia acudió a este tipo de clientelas a cambio de concesiones de tierras en precario.
El término “fideles” designaría así a las personas sometidas al Estado como súbditos.
De la H. del Derecho de los pueblos. (14)
A mediados del siglo VI se produjo un traslado masivo de visigodos a España conocido como Reino visigodo de Toledo, donde parece ya construido un aparato estatal. Hay que tener en cuenta que entonces, la Península estuvo bajo la presencia de tres Estados: El visigodo, el suevo y el bizantino. Posteriormente fueron expulsados suevos y bizantinos con lo que se formó verdaderamente un Estado hispano-godo, en cuya configuración intervinieron elementos germánicos, romanos y canónicos.
Como visigodo el carácter popular y militar (comunidad en armas) basada en hombres libres, influencia de la administración romana en cuanto a la distribución y gobierno de provincias y la influencia de la iglesia católica sobre todo desde la conversión de Recaredo.
El Estado resultante fue de una fuerte tendencia al absolutismo con un elemento territorial (comunidad asentada en un territorio) un elemento personal (hombres libres ligados al Estado) y unos fines (procurar el bien común y la defensa de un territorio)
El rey, al frente de la monarquía, ejercía el poder político, distinguiéndose entre el monarca y la Corona, teniendo patrimonio separado, de forma que a la muerte del rey, la Corona y su patrimonio pasaban a su sucesor y el patrimonio privado se repartía entre sus herederos. (Monarquía popular).
Los súbditos como hombres libres vinculados al Estado participaban en las Asambleas populares que poco a poco quedó en manos de las clases pudientes, de tal forma que tanto magnates, sacerdotes o gardingos no podían ser privados de sus bienes salvo evidente indicio de culpa, ni sometidos a tormento y solo pueden ser juzgados por otros de igual rango.
Con los visigodos, se puede decir que se comienza a instaurar un sistema de pre-feudalismo ya que la fidelidad hacia el rey del séquito y de los “fideles” suponía la existencia de concesiones de tierras a cambio de sus servicios, que no eran transmitidas en pleno dominio sino por un plazo de tiempo determinado, junto con la presencia de “gardindos” en el séquito del monarca, miembros d4e la nobleza y la Iglesia acudió a este tipo de clientelas a cambio de concesiones de tierras en precario.
El término “fideles” designaría así a las personas sometidas al Estado como súbditos.
De la H. del Derecho de los pueblos. (14)
