Ayer, visité Bonilla de la Sierra (Avila), un pueblo con un pasado de leyenda (apodado el pueblo de los Obispos), lugar de veraneo de los Obispos abulenses, con una hermosa plazuela donde se levanta una imponente iglesia -casi catredral- cercana a las ruinas de lo que fue un castillo medieval que conserva sus torreones, con sus calles todas empedradas, sus gentes envejecidas y apenas un centenar de habitantes que alababan el esfuerzo de su alcalde por mantener y dar a conocer su explendoroso pasado así como el resentimiento de sus gentes hacia Piedrahita por ser la que acabó por quitarles el protagonismo que tuvieron siglos atrás. Entre los ilustres hombres que pasearon por sus calles se halla nada más y nada menos que "EL TOSTADO" Alonso Fernández de Madrigal que siendo Obispo de Avila fallece en esta localidad. También nos acercamos hasta las "Fuentes Tormellas" (nacimiento del Tormes) y acabamos con una visita a El Barco de Avila. Son lugares cercanos con una amplia historia, de un pasado mejor, que como a la mayoría de los pueblos parece que le han llegado los siglos de resignación hacia una posible desaparición por la falta de alternativa a la vida agrícola y ganadera de otros tiempos que merecen la pena ser visitados.
Un saludo. Rober
Un saludo. Rober