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Sin un corazón lleno de amor y sin unas manos generosas, es imposible escribir en un foro cosas hermosas.
Es imposible ocultar el amor en los ojos de quien ama.
De fiesta en fiesta hasta que dure la camiseta. La fiesta no es completa hasta que no es compartida.
Bajo el costado derecho de la plaza, cobijado por una estructura de hierro se encuentra el mercado de abastos que ofrece, entre otros, los productos del campo salmantino. Es la antítesis de las sofisticadas calles comerciales que rodean la Plaza Mayor.
La plaza es el elemento vertebrador de la vida nocturna, al este, y al oeste de la misma se jalonan los más célebres locales de copas de la ciudad.
Desde la plaza irradian calles como las de Toro y Zamora, que en el pasado acogieron a los trajinantes llegados a Salamanca para ofrecer sus mercancías tras franquear las puertas de la muralla. Hoy día son calles peatonales dedicadas al comercio.
Desde la Plaza Mayor, hacia el sur, un arco se abre a la Plaza del Corrillo, un evocador vestigio de arquitectura popularcastellana, cortejado por la Iglesia de San Martín. Antiguamente llamada “Corrillo de la yerba”, era una isleta de hierba alta, que servía como zona de pasto a los animales que vivían en el centro urbano. La tradición estableció que la hierba alta se justificaba al ser la frontera entre el bando de San Martín y el de San Benito, una “zona de nadie” que los salmantinos no se atrevían ... (ver texto completo)
La Plaza Mayor de Salamanca supone la culminación estética de las plazas mayores castellanas. Es de estilo barroco, pero bebe directamente de fuentes herrerianas y renacentistas.
Este espacio urbano es un perfecto exponente del urbanismo ilustrado de la época: una construcción racional, cuya belleza reside en el equilibrio de sus proporciones, en la repetición armónica de sus elementos constructivos y en la decoración serena y uniforme.
¡Hola desde Bélgica! Vivo a 15 kilometros de Waterloo, por donde se vean muchas recuerdos de esa derrota final del Emperador Buonaparte. Aprendí (algo de) la lengua castellana en la buena ciudad de Salamanca, y siempre me place tener contactos en Castilla-León. ¡Que le vaya bien!
Saludos Pablo. Este lugar de Los Arapiles está cerca de Salamanca, unos 13 kilómetros, pero no es un lugar muy visitado, al menos por españoles, a pesar de haberse producido en este lugar la batalla decisiva que llevó al declive del ejército napoleónico en la Península Ibérica. A partir de la derrota del 22 de julio de 1812 en este lugar, las tropas francesas se batieron en retirada hasta el territorio francés.
Iglesia muy concurrida en uno de los cruces de calles más importantes y transitados de la ciudad.
Patio de una sola planta en la que destacan sus fabulosos arcos mixtilíneos, modelo a seguir de otros patios de casa señoriales, como el de la casa de Las Conchas o en el Palacio de la Salina.
Para enseñar a los demás, primero has de hacer tú algo muy bonito:
has de hacer una bonita foto.
FELICIDADES POR LAS FOTOS. (^-^).
Al que feo ama, bonito le parece. Perfume bueno viene en frasco pequeño.

En el jardín de mis amores
Donde sembré tantas noches de locura
Tantas caricias colmadas de ternura
Que marchitaron dejando sinsabores
En el jardín de mis amores
He cultivado romances y pasiones
Que con el tiempo se han vuelto desengaños
Que van tiñendo de gris mis ilusiones ... (ver texto completo)
Corazones rojos,
corazones fuertes,
espaldas débiles de mujer,
mil insultos como mil latigazos,
mil latigazos dame de comer.
De comer comida, de comer cordura,
yo sabre como traicionar.
Traicionar y jamas pagar,
porque yo soy una esclava
y no te puedo mirar. ... (ver texto completo)
Discreta y sempiterna compañía de la escultura hiperrealista del escritor Torrente Ballester, en el café Novelty, de la plaza Mayor de Salamanca.
Bajo los arcos que rodean toda la plaza hay numerosos cafés y bares. Funcionarios, ganaderos, estudiantes, abogados, toreros, intelectuales, poetas sin poesía, catedráticos de la vida... todavía se citan en estos lugares, para compartir el murmullo de la tertulia.
Este monumental sepulcro en el que se encuentran los restos del Arzobispo Alonso de Fonseca, se encuentra ubicado en el Convento de la Anunciación, más conocido como de las Úrsulas.
La luna se asoma por detrás de la espadaña del Convento de los Dominicos (San Esteban).