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ALDEASECA DE LA FRONTERA: DEL PROYECTO Y PELOTARIS...

DEL PROYECTO Y PELOTARIS

Verdaderamente como dice José Emilio, la afición y la práctica del deporte de la pelota en Aldeaseca eran de todas las actividades de ocio, desde los más pequeños a los mayores, las más atractivas y ejercidas en sus diferentes modalidades. Recuerdo que sobre este tema ya se escribió profusa y abundantemente en la anterior modalidad del foro. Y como fruto recogido de tan abundante y cultivada cosecha, de raíces muy profundas, fue la selecta y exquisita nómina de pelotaris que en el pueblo existió. Algunos de ellos anteriores a nuestros recuerdos y otros, presentes en ellos por su proximidad cronológica y que nos hicieron degustar con placer y deleite de sus nobles, vigorosos, animados y disputados encuentros. A los ya relacionados por José Emilio, añado, ya a partir de la década “ ¿prodigiosa?” de los años 60, los nombres de Santiago Ronco, Miguel Sánchez, Francisco Gómez “Paquito”. Santiago y Miguel fueron durante muchos años, con edades de inicio muy jóvenes, – (14 ó 15 años)-, campeones provinciales y de la Diputación, de forma individual y por parejas, representando a Salamanca en Madrid, Logroño, Cáceres, Segovia, Soria, Valladolid, etc. Félix Sanz aún formó equipo con ellos, incluso “Paquito”. Es de destacar la participación de Félix, Cescen y Narci en Alicante representando a Salamanca, creo que para el campeonato de España. Los tres, a ¡Dios gracias! aún están con nosotros y dispondrán, lógicamente, de mejor y más información al respecto. ¡Qué partidos se disputaban allá por los años de nuestra infancia e inicios de la juventud, cuando el frontón aún era de tierra, los domingos a la salida de misa, formándose de forma aleatoria e imprevista los equipos tras un noble y leal reto entre sí, sin mediar ningún afán
material o de lucro, más que el de la satisfacción del juego y del humano orgullo del triunfo. Apostábase la gente del común en los laterales, con la particularidad del pretil en uno de ellos, donde sentados en él, no exentos de cierto peligro, presenciaban los más atrevidos el curso del partido. En el fondo, la primera fila, era reservada, de forma tácita, asumida y aceptada, para las autoridades y principales del pueblo, y el resto para el común. Se tomaba partido o se decantaba su preferencia por uno u otro equipo, según las inclinaciones afectivas personales de cada uno, y comportamientos, sensaciones y emociones que transmitían los jugadores en los lances del juego. Un” arrayador”, usando una tablilla alargada con dos filas de agujeros y punzón en el extremo, servía como de ábaco para llevar la contabilidad de los tantos según se iban produciendo y ganando, y que para general conocimiento del público, con voz fuerte, cantaba los resultados. La gente, ante la astucia, ingenio, picardía y belleza en la ejecución de los tantos, vibraba de emoción y de entusiasmo. Al final, no importaba el equipo ganador, sino las agradables sensaciones producidas por el espectáculo presenciado. Y tiros y troyanos, montescos y capuletos, comentando aquella desafortunada jugada, cómplice de la pérdida del partido o la acertada jugada producto del triunfo, todos, disgregados en grupos, en parejas o individualmente, y lenta y pausadamente se dirigían a la cercana taberna de Sr. “Cardillo” o del Sr. Manolo a celebrarlo con un “vaso”. Los infantes y jóvenes, no autorizados y permitidos a tales festejos báquicos, a casita que era la hora de comer. De un juego como la pelota a mano, de carácter brioso, astuto, duro, vigoroso, esforzado, dotado de habilidad para provocar y evitar el engaño a su vez, hemos pasado a un deporte llamado frontenis, anodino, insustancial, insulso, monótono, carente de atracción, entusiasmo y fogosidad, plano y liso en su práctica e invariable en su táctica y que no levanta ni excita pasiones, basando su método y estrategia de ejecución en la fuerza y el “porrazo” dado a la pelota para impulsarla lo más lejos posible. ¡En fin! ¡Mientras se haga y practique deporte…! Menos da una piedra, y de vez en cuando los chicos se animan y celebran algún encuentro y en fiestas se forman campeonatos, organizados y promovidos por Joaqui, a quien hay que agradecer su entusiasmo y dedicación para ello. Vaya un saludo para él.

Ni que decir tiene, José Emilio que tu proyecto es enormemente interesante, codicioso y apetitoso, y que la idea y propósito, por sí mismos, ya son dignos de encomio en cuanto a la divulgación y recuperación, para general conocimiento de nuestras costumbres, de aquellos convecinos que han sido significativos y que han marcado con su buen obrar y mejor proceder nuestras vidas, del lenguaje de los útiles y herramientas por muchos conocidos y por otros ignorados, en definitiva vida, comportamientos, anécdotas y actividad en nuestro pueblo. Pero me resulta, desde mi apreciación, excesivamente laborioso y complicado todo el proceso organizativo y participativo hasta su finalización. La distancia es un inconveniente importante y una circunstancia desfavorable para el logro. Un proyecto de esta envergadura, profundidad e importancia, requiere una dedicación amplia, que circunstanciales y eventuales contratiempos pueden entorpecer y dificultar tan bello proyecto. Temor a compromisos como éste, que una vez adquiridos, no se puedan cumplir por eventualidades y circunstancias imprevistas de cualquier condición y obstaculizar un buen trabajo de equipo. Esta es a grandes rasgos mi personal y sincera opinión al respecto, sin que se interprete en ello una inhibición, obstáculo o cortapisa al envite e invitación, -que acepto dentro de los límites de mis posibilidades-, al extraordinario proyecto. Saludos.
¡PAZ Y BIEN!
Paco García Sánchez.- Valladolid