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ALDEASECA DE LA FRONTERA: Los otoños de Aldeaseca. Recuerdos de otra época ...

Los otoños de Aldeaseca. Recuerdos de otra época

Con la llegada del otoño finalizaba la recolección de la cosecha de cereales. En los comienzos de esta estación del año, las eras retoñaban y se revestían nuevamente de hermosos tonos verdes. Germinaba el grano que había quedado sobre ellas, tras la recolección de las mieses. Reverdecía el césped y se llenaba de volanderas azules, a las que llamábamos perezosas, porque echaban de las eras a los agricultores que iban más retrasados; y también merenderas, porque cuando aparecían se dejaba de hacer la merienda en eras, huertas y tenadas. Las volanderas eran unas hermosas florecillas entre azul y morado, con largo y fino tallo blanco, que arrancábamos de entre la hierba tirando suavemente con las manos. Aparecían finalmente las setas de cardo y las senderinas, y se desarrollaban los panecillos, pequeños y ricos botones de color verde que comíamos niños y niñas...

En el otoño tenía también lugar la vendimia, que comenzaba a últimos de septiembre o primeros de octubre, y que era una fiesta. Mayores y niños acudían a ella en carros, que iban y venían de las viñas, por el camino del monte, repletos de cestos de mimbre en los que se recogía la uva. Recuerdo el sonido de las volanderas, anunciando la llegada de aquellos carros repletos de uva blanca y tinta, tirados por mulas que corrían alegres. Y también los juegos tan divertidos de mayores y niños, que restregaban los racimos sobre el rostro de quienes bajaban la guardia, que a la menor distracción recibían un lagarejo en su cara.