Un saludo afectuoso a cuantos participan en este foro y, fundamentalmente, a los de Aldeaseca.
Desde Santander donde resido desde los años 60, me congratulo con los amantes de mi pueblo que, aunque no urbanísticamente bello, lo es por su contenido humano y riqueza de sus vivencias.
Añoro los amaneceres serenos y silenciosos ( se "oía" el ruido del silencio); añoro sus mañanas soleadas, calurosas o frías, pero bellas por su limpieza ambiental, sus musicales sonidos del campo y sus habitantes; añoro los atardeceres y sus puestas de sol incomparables; añoro sus anocheceres con los serenos "dando" las hora y el clima. Son tantas cosas que me llevaría demasiado espacio y prefiero dejarlo para otro momento. No obstante las añoranzas previas, hoy no quiero eludir la realidad actual con su impronta de polución como consecuencia de la industria ubicada en su término manifiestamente denunciable por la destrucción que supone en el entorno inmediato. Es posible que económicamente beneficie a los propietarios- lógico- pero a los vecinos de mi querida Aldeaseca les perjudica ostensiblemente en todos los aspectos: salud, calidad de vida, posiblemente, a la larga, economicamente y sobre todo perjudica a su dignidad teniendo que aceptar los residuos que rechazan en cualquier lugar civilizado. Si el Sr. Alcalde dijo, en su día, que con tal industria le había tocado la lotería a Aldeaseca, sus razones tendría, pero, de momento, no se ven más que miserias para sus vecinos, excepción hecha de los poquitos que trabajan en ella.
Os emplazo para próximas fechas, no sin antes identificarme como Andrés Hernández García. Adelante y saludos para todos.
Desde Santander donde resido desde los años 60, me congratulo con los amantes de mi pueblo que, aunque no urbanísticamente bello, lo es por su contenido humano y riqueza de sus vivencias.
Añoro los amaneceres serenos y silenciosos ( se "oía" el ruido del silencio); añoro sus mañanas soleadas, calurosas o frías, pero bellas por su limpieza ambiental, sus musicales sonidos del campo y sus habitantes; añoro los atardeceres y sus puestas de sol incomparables; añoro sus anocheceres con los serenos "dando" las hora y el clima. Son tantas cosas que me llevaría demasiado espacio y prefiero dejarlo para otro momento. No obstante las añoranzas previas, hoy no quiero eludir la realidad actual con su impronta de polución como consecuencia de la industria ubicada en su término manifiestamente denunciable por la destrucción que supone en el entorno inmediato. Es posible que económicamente beneficie a los propietarios- lógico- pero a los vecinos de mi querida Aldeaseca les perjudica ostensiblemente en todos los aspectos: salud, calidad de vida, posiblemente, a la larga, economicamente y sobre todo perjudica a su dignidad teniendo que aceptar los residuos que rechazan en cualquier lugar civilizado. Si el Sr. Alcalde dijo, en su día, que con tal industria le había tocado la lotería a Aldeaseca, sus razones tendría, pero, de momento, no se ven más que miserias para sus vecinos, excepción hecha de los poquitos que trabajan en ella.
Os emplazo para próximas fechas, no sin antes identificarme como Andrés Hernández García. Adelante y saludos para todos.