PáGINA 2
Verás.Cerca de mi casa, y también de la casa donde tú pasas días en el pueblo, hay una frondosa arboleda propiedad de de.Pepe Palomero, en donde al alba y al ocaso del día, sobre todo en esta última fase, se pueden oír gratuitamente unos sonoros, originales por su espontaneidad y maravillosos conciertos de pájaros que van a pasar la noche protegidos al amparo del ramaje.No hace falta tener localidad; simplemente paseando por el entorno, incluso desde casa se oye.¡Maravillosos!.
Durante dos veranos tuve el privilegio de oír el parloteo de dos golondrinas, intuyo que macho y hembra, -creo que hay especies de golondrinas monógamas, fieles entre sí y si hay algún etólogo que me saque de dudas.¡Bueno! pues tenían su nido encima del balcón de mi dormitorio, y casi todas las mañanas, posadas en los barrotes de la galería de mi ventana, sobre las 5 ó 6 de la madrugada ¡oh prodigio! me despertaban con su fluida conversación, manteniendo sus tiempos de silencio, respetándose el turno de parla, sin robarse la palabra, con una tesitura y suavidad en los trinos...¡indescriptible! ¡Inolvidable ¿Qué se dirían ? ¡Qué inquietud tenía de saber el contenido.En algunos momentos, a través de las rendijas de las persianas, pude verlas cómo se hablaban de frente.¡Qué elegancia de pose y de imagen! Desgraciadamente y con mucha pena, vi un día que el nido había sido destruido.Aún quedan restos, se pueden ver; y a diferencia de las de Bécquer, éstas no han vuelto; aunque otras se posen, mezcladas con otros pájaros en lo alambres eléctricos cercanos y las sienta, pero no es igual, áquellas eran de casa, eran de la familia.
Verás.Cerca de mi casa, y también de la casa donde tú pasas días en el pueblo, hay una frondosa arboleda propiedad de de.Pepe Palomero, en donde al alba y al ocaso del día, sobre todo en esta última fase, se pueden oír gratuitamente unos sonoros, originales por su espontaneidad y maravillosos conciertos de pájaros que van a pasar la noche protegidos al amparo del ramaje.No hace falta tener localidad; simplemente paseando por el entorno, incluso desde casa se oye.¡Maravillosos!.
Durante dos veranos tuve el privilegio de oír el parloteo de dos golondrinas, intuyo que macho y hembra, -creo que hay especies de golondrinas monógamas, fieles entre sí y si hay algún etólogo que me saque de dudas.¡Bueno! pues tenían su nido encima del balcón de mi dormitorio, y casi todas las mañanas, posadas en los barrotes de la galería de mi ventana, sobre las 5 ó 6 de la madrugada ¡oh prodigio! me despertaban con su fluida conversación, manteniendo sus tiempos de silencio, respetándose el turno de parla, sin robarse la palabra, con una tesitura y suavidad en los trinos...¡indescriptible! ¡Inolvidable ¿Qué se dirían ? ¡Qué inquietud tenía de saber el contenido.En algunos momentos, a través de las rendijas de las persianas, pude verlas cómo se hablaban de frente.¡Qué elegancia de pose y de imagen! Desgraciadamente y con mucha pena, vi un día que el nido había sido destruido.Aún quedan restos, se pueden ver; y a diferencia de las de Bécquer, éstas no han vuelto; aunque otras se posen, mezcladas con otros pájaros en lo alambres eléctricos cercanos y las sienta, pero no es igual, áquellas eran de casa, eran de la familia.