Por su solemnidad, elegancia y grandeza es capaz de infundir admiración y respeto, en otras palabras: majestuosidad.
Sepulcro de D. Diego de Anaya.
Vista de la Catedral Nueva desde la calle del Arroyo de Santo Domingo.
Junto a la calle Quintana y frente a la iglesia de San Martín.
De la Iglesia de Sancti Spiritus.
Bonita fachada frente al Palacio de La Salina, en la calle San Pablo.
Miguel Romero lo talló, esta es su firma
de la obra de restauración de la portada de la puerta de Ramos de la catedral. Ahora se cumplen 25 años de esta imagen de la Salamanca más actual.
Más concretamente, se trata de la plaza de Anaya.
Fue financiada por el Padre Fray domingo de Soto, por eso da nombre a este preciosa y espectacular escalera del Convento de San Esteban de los Padres Dominicos.
Bonita fachada en casa de dos plantas muy próxima al edificio histórico de la Universidad.
La imaginación, la decisión y la libertad del cantero nos ha dejado esta figura labrada en un emblemático monumento del gótico tardío salmantino; sin embargo, a pesar de llamar la atención de los visitantes, no desentona con el conjunto de figuras y follaje tallado.
Desde la tradición del campo nos llegan este tipo de obras, plenas de plasticidad y simbolismo, rebosantes de significados en conexión directa con el origen sagrado de lo natural.
El 16 de septiembre de 1920, la Audiencia de Valencia condena a Miguel de Unamuno a ocho años de prisión mayor multa de 500 pesetas por injurias al Rey desde el periódico El Mercantil Valenciano.
Tablero frontal pintado con motivos taurinos usado en un carro de labranza en el pasado.
Escena de Santiago Apóstol en la batalla de Clavijo. Es el único resto que ha llegado hasta nosotros del desaparecido monasterio Sancti-Spíritus de la Orden de Santiago.