El tiempo todo lo deteriora, ALDEA DEL OBISPO

En otro tiempo, viviendas como esta, estaban llenas de vida; familias con numerosos niños las habitaban, las risas y llantos de sus moradores eran sonido habitual; con el tiempo, solamente se escucha el cantar de algún pájaro o el estallido de una teja al estrellarse contra el duro suelo.