Estimado padre Bernal de El Palmar de Troya, no sea Vd. Rencoroso y olvide aquel incidente, muy desagradable y digno de lo más oscuro de nuestra cultura- en general- de la que no es ajena la educación religiosa que hemos recibido todos. Pero Vds. No se escapan tampoco desde su Iglesia. Cordial saludo. Juan.