Y sigue la lluvia, con ganas y pausado, repentinamente se acelera cuando tienes que salir del coche para abrir la puerta de casa y cuando te asomas a la ventana: para, total que siga lloviendo aunque nos moleste, nos descoloque el cabello, se complique la carretera y te encuentres con las personas que quieren dejar el coche a la mismita entrada del super, nadie les ha dicho que todos nos mojamos por igual.. ¡una pena! un saludo.