La bautizaron con otro nombre, si lo hubieran sabido, el de Llorona hubiera sido el suyo, llora para conseguir sus fines, llora para convencer, llora llora y llora, no con lágrimas, no siempre, pero sus quejas y suspiros la hacen llorona de nacimiento, aburre a conocidos y amigos, huyen para no oírla, es una carga difícil de llevar cuando solo obtienes de Ella... sus lloriqueos de persona descontenta, de enredadora profesional, aprovechando cualquier motivo y conversación para incluir sus ¡ahi!, plañidera.. no tienes precio, pero tendrás justicia, solo hay que esperar.
Un saludo.
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