¡Qué hermosa vista? Al fondo se ve el Curavacas, la montaña más grande y más bella de Palencia.
¿Dónde están ahora aquellos niños y niñas? Sería interesante que nos contaran algunos recuerdos.
Este es el texto completo

EL CRISTO DE LA SIERRA

Estamos en otoño. Los días maravillosos se suceden. Esta tarde nos encontrarnos mi esposa y yo en la Virgen del Brezo. La sombra envuelve el Santuario y la soledad es total. El aíre es tibio y dorado, el ambiente llena el ánimo de nostalgias. Sin prisas marchamos por un camino, que primero sube áspero y luego se allana. Vamos viviendo gota a gota la hermosura de la tarde. El camino va sin apresurarse a media ladera, por la falda de la ... (ver texto completo)
EL CRISTO DE LA SIERRA


Estamos en otoño. Los días maravillosos se suceden. Esta tarde nos encontrarnos mi esposa y yo en la Virgen del Brezo. La sombra envuelve el Santuario y la soledad es total. El aíre es tibio y dorado, el ambiente llena el ánimo de nostalgias. Sin prisas marchamos por un camino, que primero sube áspero y luego se allana. Vamos viviendo gota a gota la hermosura de la tarde. El camino va sin apresurarse a media ladera, por la falda de la Sierra. Enfrente tenemos unos ... (ver texto completo)
Claro que eso era posible a poco de ser abandonado el pueblo. En este momento tal cosa no es posible.
Pero aquí había casas y gente. Tengo viejos recuerdos de haber estado aquí, dentro de estas casas, con sus vecinos. ¿Se podría saber donde viven ahora? Entre mis recuerdos, tengo un regalo precioso que me hizo una familia, la cadena que servía para colgar el caldero sobre el fuego, cuando ya habían decidio marchar del pueblo. Me acuerdo mucho de todos.
Y me ha hecho mucha ilusión las fotos que se han enviado. Así que gracias al o a la artista que las ha enviado.
Una calle cubierta de verde, entre los muros derruidos.
Lo que fue escuela de niños y niñas, muy cercana a la Iglesia, irreconocible hoy en día.
Grandes bosques de pinos modernos sustituyendo a la vegetación original ocupan la laderas del norte de Cueto Paloma.
Ruinas y vegetación invasora.
Incluso se oculta el hecho.
Los muros derruidos, a consecuencia del saqueo de los esquinales, (piedras labradas por canteros) principales elementos de sostén de las construcciones antiguas.
El saqueo ha sido tan grande que el Ayuntamiento de Velilla tiene un gran cartel a la entrada del antiguo pueblo, prohibiendo el acopio de piedras de estas construcciones bajo la multa de 3.000 €.
Desgraciadamente colocado demasiado tarde.
Todavía es posible por aquel tiempo fotografíar la fachada sur de la espadaña, que se mantiene libre de maleza en su mayor parte.
Hoy apenas es visible entre los árboles y matorrales que han crecido a sus pies.
Abandonado el pueblo por sus últimos habitantes, la iglesia comienza un deterioro paulatino, acelerado por el despojo de muchas de sus tejas, siempre codiciadas en los pueblos de alrededor.
Las paredes y la humilde espadaña, ya sin sus campanas, aún se encuentran en buen estado, pero poco a poco recibirán los embates del tiempo hasta llegar a la ruina actua.