SOTOBAÑADO Y PRIORATO: LO QUE NO ME ENSEÑARON DE LA RELIGIÓN...

LO QUE NO ME ENSEÑARON DE LA RELIGIÓN
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A lo largo de los años han surgido varias historias como la de la papisa Juana. El Vaticano para evitar la repetición de estos inconvenientes creó la figura del palpati, un hombre que literalmente, palpaba los testículos del papa...
Desde Pedro se ha creado la figura de los papas, este puesto es admisible única y exclusivamente para los hombres, sin embargo, a lo largo de los años han surgido varias historias como la de la papisa Juana. El Vaticano para evitar la repetición de estos inconvenientes creó la figura del palpati, un hombre que literalmente, palpaba los testículos del papa para comprobar su veracidad como hombre.
Aunque utilicen una especie de falda, los más de 250 papas, que desde sus inicios han ocupado un puesto en el Vaticano, han sido hombres.
Oficialmente, si verificamos la historia, desde Pedro hasta nuestros días no encontraremos ni a una sola mujer con este título, pero...
Extraordinariamente, la historia de la Iglesia nos cuenta la existencia de la papisa Juana, una mujer que entre los años 855 y 857 se hizo pasar por hombre y logró ser elegida papa, presuntamente con el nombre de Benedicto III.
La historia de la propia Juana, la mujer que logró ser papa. Su historia como representante de la Iglesia, terminó luego de que fue descubierta debido a su supuesto embarazo.
Un papa pariendo en la silla de San Pedro.
Eso era totalmente inconcebible, así que para evitar tales sacrilegios el Vaticano instauró la figura del palpati, un individuo que obviamente debía ser varón cuya única tarea era la de tocar y manosear los testículos del recién nombrado, para así poder dar fe de que efectivamente era un hombre, con todas leas de la ley. Si todo estaba en su sitio, el toca-testículos pontífice gritaba con voz alta la frase “ ¡Duos habet et bene pendentes!” a lo que los cardenales presentes respondían al unísono y aliviados. ¡Deo Gratias!
Esa era la frase que pronunciaba el Palpati tras comprobar que testículos existían y estaba todo bien con ellos. Esto lo realizaba un joven diácono el cual introducía su mano por un agujero de la sedia stercoraria, un asiento diseñado para esta tarea y en el que el recién elegido se sentaba, a través de un segundo agujero de la misma, este dejaba colgar su escroto.
Como dato extra, se puede destacar que según varias fuentes la ceremonia de la comprobación viril del papa fue suprimida por Adriano VI entre 1522 y 1523, lo que vendría a significar que de forma oficial 114 papas (y 228 testículos) fueron sobados y tocados durante los siete siglos que duró aquella extrañísima costumbre.
Sin embargo, algo que confunde esta teoría son las ilustraciones realizadas por Lawrence Banka, que muestran la realización de esta »prueba de masculinidad» al papa Inocencio X, elegido en el año 1644.