JUVENTUD RESPONSABLE DE SU SITUACIÓN
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Jovencito militar, él, mi hermano Jesús y Matías Solache, con 18 años se apuntaron voluntarios al ejército (en automoción) nada menos que por cuatro años para que les convalidara la mili.
Corría el año 1959 y aunque muy jóvenes eran conscientes, de que en el horizonte del pueblo pocas salidas de futuro se vislumbraban y el hacerse voluntario lo vieron como la mejor salida a esa difícil situación.
Se fueron con ilusión porque al apuntarse procuraban pintárselo de colores, pero el último año iban marcado los días en el calendario, porque hacer que el día tuviera menos horas no estaba en sus manos.
Mi hermano se sacó el carnet de conducir, me supongo que con el grado más alto que por aquel entones existiese, (conducía camiones y autocares) y hacía de conductor de un Jefe que yo no se decir de cuantos galones.
Mirando la foto me doy cuenta que tenia que ser muy pulido, no solo por el brillo que tienen sus botas, también por el detalle de doblarse el bajo del pantalón para no mancharlo.
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Jovencito militar, él, mi hermano Jesús y Matías Solache, con 18 años se apuntaron voluntarios al ejército (en automoción) nada menos que por cuatro años para que les convalidara la mili.
Corría el año 1959 y aunque muy jóvenes eran conscientes, de que en el horizonte del pueblo pocas salidas de futuro se vislumbraban y el hacerse voluntario lo vieron como la mejor salida a esa difícil situación.
Se fueron con ilusión porque al apuntarse procuraban pintárselo de colores, pero el último año iban marcado los días en el calendario, porque hacer que el día tuviera menos horas no estaba en sus manos.
Mi hermano se sacó el carnet de conducir, me supongo que con el grado más alto que por aquel entones existiese, (conducía camiones y autocares) y hacía de conductor de un Jefe que yo no se decir de cuantos galones.
Mirando la foto me doy cuenta que tenia que ser muy pulido, no solo por el brillo que tienen sus botas, también por el detalle de doblarse el bajo del pantalón para no mancharlo.
