SOTOBAÑADO Y PRIORATO: ¡Qué lujo y qué derroche de poesias, me han encantado...

¡Qué lujo y qué derroche de poesias, me han encantado todas!.
Claro que sí... ¿Cómo no recordar aquellos rumbosos bautizos donde se tiraban caramelos a esgalla e incluso monedas?... Naturalmente que las moneditas eran de muy escaso valor, aunque en aquellos años diez céntimos era un capitalito. La peseta era un billetito muy dificil de andar soltandolo. No lo recuerdo hasta muy adelante cuando la peseta ya era moneda. ¿Qué decir del duro?... ¡eso ya eran palabras mayores!. Un abrazo ASUNCIÓN, PURA, ROSA, PEPE, VICTORIA, y saludos a todos/as.