Amigo Emigrao, con gentilicio Tharsileño, de un bonito pueblo andaluz que tiene en común con Palencia las minas aunque de distanto mineral.
Tienes razon en tus versos al hablar de los trenes que ahora no se hacen amistades, cada cual va a lo suyo y a finalizar el recorrido cuanto antes.
Lo romántico, aunque pesado, era tomar el tren a la diez de la noche para llegar a Palencia a las seis de la mañana, y luego hacer turismo, desayuno y comida en esta ciudad, que despues de haber salido del bullicio de Madrid, su silencio en sus jardines más bien parecía un convento.
Y luego continuar viaje en autobús, (Charo, Santi y Peter deben conocerlo, el de Los Herrero, que circulaba por la zona) y cuando llegabas a las nueve de la noche era para echarte en brazos de la abuela, te diera un abrazo, un vaso de leche con galletas y a descansar en pleno verano con manta.
El viajecito era como la gripe de Santi.
Pero eramos jóvenes y aguantábamos lo indecible con tal de llegar a nuestra querida Montaña Palentina.
Supongo que a tí te pasaría lo mismo hasta llegar a Tharsis.
Ya nos comentarás de ello.
Un abrazo para tos y toas.
Eduardo.
Tienes razon en tus versos al hablar de los trenes que ahora no se hacen amistades, cada cual va a lo suyo y a finalizar el recorrido cuanto antes.
Lo romántico, aunque pesado, era tomar el tren a la diez de la noche para llegar a Palencia a las seis de la mañana, y luego hacer turismo, desayuno y comida en esta ciudad, que despues de haber salido del bullicio de Madrid, su silencio en sus jardines más bien parecía un convento.
Y luego continuar viaje en autobús, (Charo, Santi y Peter deben conocerlo, el de Los Herrero, que circulaba por la zona) y cuando llegabas a las nueve de la noche era para echarte en brazos de la abuela, te diera un abrazo, un vaso de leche con galletas y a descansar en pleno verano con manta.
El viajecito era como la gripe de Santi.
Pero eramos jóvenes y aguantábamos lo indecible con tal de llegar a nuestra querida Montaña Palentina.
Supongo que a tí te pasaría lo mismo hasta llegar a Tharsis.
Ya nos comentarás de ello.
Un abrazo para tos y toas.
Eduardo.
