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PORQUERA DE LOS INFANTES: Hola Chicos: He añadido en el diccionario un montón...

Hola Chicos: He añadido en el diccionario un montón de palabras que ha enviado Felipe que en Porquera se usan mucho. en algunas he eliminado las definiciones para no ocupar mucho espacio (pero no en nuestro diccionario):
: ADRA: ALBÓNDIGA: CROQUETA: DIJON, TRAJON:.
JUETA Palabra que se decía para referirse a un herida en la piel que se hacían las vacas
o los toros cuando peleaban..
MARTINGALA: MASTICAR: MAHONESA:
REN: Es una deformación de herrén. Antiguamente se decía herrén, y así aparece en el
Catastro del Marqués de la Ensenada. Es el forraje para el ganado o el terreno cercado
donde se sembraba. También se usaba herrenal.
TAJADA: TALANQUERA: En Porquera se decía “tanlanguera”.
TAZAR: La ropa gastada por los dobleces. Se usaba en lugar de quebrar.
TRASGO: Para referirse a una personal que es muy juguetona
VASA: Se usa en Burgos y Palencia para referirse a la vajilla. Utensilio de cocina para
la mesa. Limpiar la vasa, equivale a limpiar la vajilla.
ZASCANDIL: Se oía en Porquera para referirse a alguna persona ligera, enredadora o chismosa. La palabra es correcta.

Sobre la voz "Mariteros" si a nadie os suena, la elimino. Con el fin de refrescaros la memoria os añado aquí todo lo que he puesto, y si lo veis oportuno lo dejamos.
Maritero: Eran los pastores que pasaban dos veces al año por Porquera con los rebaños de ovejas procedentes de Extremadura, (Badajoz) hacia la Sierra de Hijar y Brañosera; cuando la Sierra había dejado de blanquear, en el mes de mayo bajaban por la casa de los pastores-campo de la Iglesia con dirección hacia Menaza; En el mes de octubre hacían el recorrido inverso. El rebaño se comportaba como si fuera una sola oveja, obedientes a las órdenes que daban los mariteros al conjunto de perros que traían, la mayoría mastines, protegidos con carlancas, para burlar los ataques del lobo.
He recogido de una página Web “revista de folklore” (año 1966. tomo 16 a: revista 183) el modo de vida de estas gentes atendiendo a las jerarquías:
“…Aunque a primera vista no lo parezca, una de las características de la vida pastoril trashumante es la jerarquía que en ella existía.

La máxima autoridad, como es lógico, era el dueño o dueños de los rebaños. Los dueños normalmente no intervenían en la vida cotidiana de los rebaños y sus problemas. El dueño se limitaba a nombrar un mayoral al que apoderaba constituyéndole en director y responsable del rebaño.

El mayoral era el que: -Contrataba al rabadán, a los pastores y zagales.

-Organizaba con el intendente o yegüero la compra de la intendencia.

-Programaba las jornadas, las paradas y el calendario.

-Visitaba la cabaña o rebaños cada 15 días.

Tras el mayoral estaba jerárquicamente el rabadán que interpretaba y ejecutaba las órdenes superiores del mayoral. Era el responsable de un rebaño y mandaba directamente sobre él, de sol a sol, con la colaboración de los pastores y zagales.

El rabadán se obligaba a pernoctar en el chozo y redoblaba su vigilancia en las ocasiones en que el trabajo o el peligro aumentaba, como sucedía en el tiempo de la paridera. No obstante, entre el rabadán y los pastores y zagales existía un auxiliar o ayudador del rabadán. Este abría la marcha del rebaño caminando en cabeza y seguidos de los "mansos".

Seguía en el orden jerárquico el intendente o yegüero, que era indispensable para la vida de la cabaña. Tenía que organizar junto con el mayoral la intendencia y suministro de comida y bebida. Debía preocuparse de los utensilios necesarios: trébedes, calderos de cobre, sartenes, grasa, redes, pellejos de vino y todo aquello que fuera menester hasta el pan y la sal. También debía cuidar de las yeguas o mulas para el transporte de la intendencia y los bultos necesarios.

Seguían después en autoridad los pastores primero, segundo y tercero. El pastor primero estaba relacionado directamente con el rebaño y con el rabadán. El pastor segundo gobernaba el hatajo de carneros o moruecos. El pastor tercero estaba encargado de la limpieza de los corrales y actuaba como correturnos en los descansos de los demás.

En el último lugar del escalafón estaban los zagales, chicos que a la temprana edad de 9 años comenzaban a aprender el oficio duro y sacrificado de pastor trashumante; normalmente eran hijos de los mismos pastores, si los tenían, pues así al mismo tiempo que aprendían su oficio, aportaban alguna ganancia más y los padres se sentían más acompañados haciendo más llevadera la ausencia de sus casas. También procedían de familias numerosas de los mismos pueblos de origen y sus padres les encaminaban por el camino de la trashumancia, consiguiendo darles un oficio que entonces era rentable y al mismo tiempo disminuían las bocas a mantener con la maltrecha economía rural durante el invierno. Además era un jornal -exiguo, pero jornal- que entraba en la casa….”

Por otra parte la descripción del juego de bolos ha quedado un poco pobre y si sabeís vosotros algo más sería bueno ponerlo. Está el juego de la Tuta que nos recuerda Felipe que también se jugaba en Porquera y me pasa lo mismo que no tengo idea de cómo se jugaba. Gracias por gastar paciencia conmigo y a lo dicho
Un saludo para tod@s
Mª José